viernes, 14 de octubre de 2022

Castillo de Trevejo

 

Y van tres veces pero sigue siendo un paisaje que no cansa y gusta visitar siempre. Desde aquel 21 de mayo de 2017 en que pasáramos bajo su muralla en la Serragatina Epica, hasta el miércoles 12 de octubre de 2022 han transcurrido muchos acontecimientos, guerras, la pandemia... y el 14 de octubre de 2020 volvi con David que se llevó gratos recuerdos y algún que otro video.

Esta ocasión, dos años y dos días después  íbamos a ser 8 los valientes pero de víspera y la misma mañana cinco de ellos se quedaron en tierra (no voy a dar nombres para no herir susceptibilidades, jaja...) de modo que nos vimos las caras José y yo junto al anfitrión Ignacio. La ruta la diseña él y más o menos ha sido igual que la de hace dos años, pero al final nos reservaba una emboscada; pero vamos poco a poco...

A las 9:00 arrancamos de Valverde rumbo oeste en un gran rodeo para buscar la carretera a Hervás que cruzamos poco antes del cruce a Cilleros. Para llegar allí atravesamos bosques de roble, extensos olivares, pastos y monte bajo en un recorrido divertido y con alguna zona de roca granítica entretenida y algo técnica.


Tras enfilar el ascenso por la calzada a Trevejo el paisaje se abre en claros desde los que contemplamos el solitario murallón semiderruido que desde su predominante posición en el alto parece retarnos desafiante. Y no es para menos porque el ascenso por el empedrado tiene momentos de bastante dureza a pesar de las amortiguaciones dobles. No es de extrañar que algún payengo (que no nombraré) sea uno de los que ha preferido no embarcarse en tal cruzada... Cuando se alcanza la ermita parece que el sufrimiento ha finalizado pero no es así, ya que entramos en "la calle" de Trevejo que, aunque restaurada, sigue igualmente empedrada y con una pendiente más que notable. Para variar dejamos las bicis ("abandonamos"dice Ignacio) y trepamos por el derrumbe de la muralla hasta pasear junto a ella apreciando el refuerzo que le han preparado para intentar evitar el desastre y que siga en pie mucho tiempo. Aunque el ruinoso estado que presenta más bien parece presagiar un final mucho más temprano.


Tras la visita turística enfilamos un descenso por un pedregal para proseguir un ascenso en asfalto y tomar luego una pista por bosque de roble muy agradable. Esta nos conduce a Villamiel en un gran rodeo a media altura. El pueblo lo pasamos de largo y seguimos ascendiendo por bosques de roble y castaño hasta el monte dominado por unas antenas y un vertiginoso descenso entre pinares y bolos de arenisca nos dejan en la carretera que sube de San Martín a el Payo. Nuevo tramo de bosques y senderos muy hermoso para llegar al pueblo pasando antes por un puente que debe ser muy bonito según Ignacio, pero que yo me adelanté para grabarlo y no lo vi siquiera... 

San Martin de Trevejo es un pueblo precioso. Arquitectura popular, mucho adorno floral en las puertas de las casas y el característico canal de agua recorriendo muchas de sus angostas calles empedradas le confieren este toque tan especial e inconfundible de este rincón de la sierra de Gata. Abundan las "boigas" o bodegas como comprobamos en el recorrido de una de sus calles principales. Y como no podía ser de otra manera: ya llevamos casi 3 horas desde Valverde y toca rellenar los depósitos de glucógeno. Bueno o de lo que sea, sobre todo si tiene forma de tostada y jarra de cerveza con limón. Saludamos a unos caballistas que están al lado pues uno de ellos es conocido de Ignacio (qué raro...).


Vuelta a los pedales, pasamos junto a la hospedería y seguimos muy rápido por la carretera vieja hacia Eljas donde Ignacio nos presenta a Manuel, un hombre propietario de un "chafurdel" o chozo de pastores; pero no uno cualquiera sino el más bonito y preparado de la zona (y del mundo mundial según ellos dos). Se trata de una construcción de bloques de granito  muy curiosa, que antaño fuere de un vinatero y cuya principal característica es que, así como el interior tiene aspecto de igloo con paredes curvas hacia el techo que está acabado en un orificio de ventilación, el exterior en cambio es cilíndrico de techo convencional de poca caída. Al parecer las paredes tienen un grosor superior al metro a medida que se van levantando hacia la cumbre del tejado. En fin, para los arquitectos lo dejo.

Ignacio con Manuel de Eljas

Enfilamos hacia Valverde que se ve próximo al oeste mientras por el lado contrario hacia el este vemos las antenas de las que venimos y que ocultan en su ladera opuesta Villamiel y Trevejo.

Pero oh sorpresa!! Cuando estamos a un kilómetro de Valverde Ignacio nos desvía al norte y empezamos una interminable subida de asfalto hacia Eljas!!! A ver, en realidad son 3 kilómetros pero pensando ya en el coche te plantan "ésto" y se te pone la bici en huelga de frenos prietos...!! Resulta que desde el alto es el mismo recorrido que hace la Serragatina y ciertamente recordamos la llegada a la ermita del Espíritu Santo ya en término de Valverde. Allí Jose vuelve a inflar la rueda que va sin líquido desde hace unos kilómetros y pocos minutos después llegamos a destino. Nos acordamos de alguno que ha preferido no venir porque no está muy en forma y le felicitamos por su acertada decisión porque la ruta es exigente y la hemos hecho rapidita. Recomendable en otoño y primavera y también a pie aunque solo sea el tramo de subida a Trevejo.

Finalmente son 53 km y 1.213 m+ que sin ser una bagatela podemos pensar que está al alcance de casi todos pero con una mínima forma. Así que animáos que seguro hay más ocasiones.

1 comentario:

  1. En un lugar de la sierra de Gata ……. Un día para recordar

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