sábado, 12 de mayo de 2012

Duatlon de Bilbao

(Actualización clasificaciones al pie y algunas fotos cortesía de Igone Cuartero )
Señores, ha llegado la embolada del año... El Duatlon de Bilbao, gracias al espíritu inquieto de mi hijo Ander. El lunes 7 por la mañana me pregunta si me quiero apuntar. Hombre, en plena preparación del Soplao no es que me entusiasme la idea de correr 7,5 km en dos tandas. Los 21 km de subida a Artxanda me dan risa porque me parecen el pasillo de casa (gracias a las psicopatías de Iván y los Maestre guys...)

Pero, qué diantres! Un día no me va a pasar factura a una semana vista. Así que esa misma mañana estamos inscritos los dos. Y esa misma tarde, sin importarnos la lluvia (que deviene en chaparrón poco después) salgo a correr un poco con él. Por el paseo peatonal debajo de casa y solo 20 minutos pero me quiero morir... Luego damos una vuelta en bici (él con la BTT Top Line guarra) y yo con la de carretera. Ahí me encuentro un poco más cómodo pero las piernas acusan la carrerita.
Martes: A mediodía he salido con el team que me deja para el arrastre a media de 34 km/h. A la tarde hago el recorrido de 5 km y tomo tiempo. 26 minutos. A los 30 es fuera de control, así que parece que salvaré el pellejo...  Ander va a su aire corriendo un poco y paseando con la BTT (y pesas y máquina y gimnasia y.... y.....)
Miércoles: ya le he conseguido una bici decente. Joseba León me ha hecho el favor de prestarme una Specialized Crux con frenos de disco, y con su timbre cachondo y todo. Así que ya podemos subir a ver el circuito completo. El calor esta semana está siendo achicharrante superando los 30 grados y con una humedad que lo hace más pesado todavía. La subida a Artxanda se le hace un poco durilla y le intento dar consejos que le permitan pasar el trago el sábado. Luego yo me doy otro trote suave por el barrio por espacio de otros 26 minutos. El dolor de piernas del lunes ya es casi historia.
Jueves: Salida de carretera a medio gas con Rati Txemi y su jefe. Sordo pero que no veas si tira también... Por la tarde nuevo trote por San Ignacio por espacio de 27 minutos. hoy hemos alcanzado los 36 grados. Como el sábado haga así caeremos como moscas.
Viernes: Descanso. Bueno, bajo a Maestre a por la BTT que la está poniendo a punto Aitor para el Soplao.
El sábado poco sueño y muchos nervios. Estamos los dos deseando que llegue el momento de arrancar. Preparamos los dorsales y el equipaje, bajamos a la zona, instalamos en boxes la bici y calentamos sin prisa. Ventajas de correr al lado de casa, jeje...
Buscad a Ander. Yo vengo más atrás
Por ahí, por ahi llego (foto IC)

Salimos 5 minutos tras las féminas y por coherencia y respeto a los buenos nos colocamos a cola. El ritmo en los primeros metros se me hace cómodo, quizá lento, pero entiendo que esta gente sabe y no puedo dejarme llevar por el impulso y el desconocimiento. Poco a poco se estira el grupo y veo a Ander unos 20 metros por delante con Juanma, antiguo compañero del equipo de baloncesto Bidegintza de Zalla. Enseguida me alcanza Inazio, un habitual de ciclocross y MTB en categoría élite. Su ritmo me gusta y le pido que me deje ir tras él. Sin problema. Me acoplo al paso y... a aguantar hasta el Ayuntamiento. Allí damos la vuelta y venos cruzamos con Ander que calculo nos lleva algo menos de un minuto. El regreso se me hace un poco duro a ratos aunque en la parte final me pongo a su altura y le pregunto si quiere que tire yo. Me responde que va cómodo y que no hay problema en que vaya detrás.
Inazio tira de mí camino de boxes (foto IC)
 Entramos en boxes y me desoriento un poco porque... no me acuerdo del dorsal... y además sin gafas no veo demasiado bien... Sin comentarios. Salir de boxes es un poco complicadillo, tienes que correr con el casco puesto y no puedes montar hasta rebasar una línea vigilada por jueces... Un poco liosillo el reglamento... Por fin me ajusto las zapatillas y comienzo a pedalear. Las piernas están muy cargadas pero me encuentro en mi elemento. Empiezo a pasar a corredores sin dificultad aunque estoy de la mitad muy para atrás. Empieza la subida en los túneles y sigo en plato. Justo a la salida y en pleno acceso a la rotonda adelanto a otro minigrupo donde circula Ander. Le animo y sigo en plato un rato hasta que decido cambiar desarrollo y respirar un poco para la parte más dura. Paso a muchos que pelean como pueden con los cambios, los pedales, el viento norte que sopla de frente... Llego a lo duro y aumento el desarrollo para poder mantener una cadencia alegre y no venirme abajo. Sigo dejando atrás gente e incluso cerca ya del alto rebaso a un par de féminas. A partir de ahora la carretera es un falso llano y manejo el cambio constantemente. Veo a muchos que debieran hacer lo mismo pero eligen retorcerse sin sacarle partido, o pedalear a lo loco como pollo sin cabeza. En fin, ésto es lo mío y estoy disfrutando porque sufro pero de modo rentable. Unicamente un chaval me aguanta a rueda aunque se cuida mucho de no asomar el morro demasiado, jeje... Por fin giramos y comienza el descenso. Se forma un grupo detrás de mí y alguno da algún tímido relevo de vez en cuando. Me cruzo con Ander tras el polideportivo y le invito a que siga en el grupillo que trae. Descenso rápido aunque no tanto como cuanto tiran Iván, jaja... En las curvas de abajo veo lo poco que controla la bici la mayoría. Adelanto a varios sin pedalear siquiera... Y vuelta a subir el último tramo de Enékuri que se hace durito al cambio de ritmo. Me han adelantado cuatro en la rotonda pero en unos metros les rebaso porque se han quedado clavados. En los túneles alcanzo 72 km/h perfectamente acoplado a la bici. Escucho un ruido raro a mi espalda y noto que la goma del dorsal se está soltando.... Consigo cogerla casi al vuelo y de modo instintivo la muerdo para llevarla así hasta boxes.
Ander entrando a boxes
Con el dorsal en la mano

Empiezo el tercer segmento y voy poniendo nuevamente el imperdible. Las piernas parece que se me van a romper pero intento mantener un ritmo constante pero cómodo. Luego me contaría Ander que a él casi se le suben las bolas y tuvo que parar para estirar un poco.
Ander en el tercer segmento

Y entrando en meta (foto IC)

Mi entrada en meta
Me adelantan cinco o seis chavales y entro en meta entre los aplausos del mejor público que podía esperar: Tere, Eladia y nuestros sobrinos y resobrinos, Ricar y Ana, Nuria, Leire, Iker, Lander, Unai y Eneko que no han dejado de animar a cada paso por meta. Gracias por ayudarnos a pasar los malos tragos. Dice Ander que él venía muy cascado pero que la ilusión de verles le ha arrancado una sonrisa.
En la web de la federación ya están disponibles las clasificaciones completas
http://www.triatloi.org/clasificaciones2012/bilbao_archivos/datos.html
Ander: puesto 141; 1h 19m 34s (180 clasificados, 14 retirados)
Javi:   puesto 114; 1h 16m 06s (5º de 16 Veteranos2)



Como dice el pequeño Unai: Aúpa chavalotes!!
Con su amigo Juanma (foto IC)

Solo falta David...



domingo, 6 de mayo de 2012

Vacilando con Ander

Tras la paliza de ayer hoy no iba a salir, pero la tarde ha quedado maja y Ander se ha animado a dar una vuelta. Hace tiempo que le viene rondando subir a Pagasarri. Hoy no era momento, pero al menos le he tentado un poco para ver qué tal va. La bici BH y la rueda delantera lisa para andar por la capi no es la mejor máquina desde luego, pero como es lo que hay, he procurado un recorrido entretenido pero sencillo. Nos hemos dado una vueltita por el bidegorri de San Ignacio y luego por el de la ría hasta Zamácola y el parque de Montefuerte. Hemos subido hasta la pista más alta de Malmasín y retrocedido por el laberinto de sube y bajam con algún sendero, bajaditas entre árboles y campas; hemos explorado una gran pista asfaltada que se ha cerrado por obras casi en Basauri, y así de un lado a otro hasta llegar nuevamente a la zona baja del parque.
Al llegar a casa teníamos visita (el clan de los Arrate-Flores) y Ander todavía se ha ido a correr un rato. Por la noche estaba cansadillo, pero seguro que cualquier día de éstos cae Pagasarri....

martes, 1 de mayo de 2012

Y por fin, Ganeko

Hacía dos años que le tenía ganas al coloso de la zona. Sus 997 m y sus redondeadas laderas me llaman desde la ventana de casa a diario. Así que hoy Aitor me ha llevado a la cumbre gps en mano. Una mañana limpia y templada con algo de viento que promete obsequiarnos con estupendas vistas desde la cumbre. Hemos subido por Alonsotegui, donde hemos llegado tras un calentón con unos carreteros a los que les hemos cogido en ruta para que nos quitasen el viento, jeje... La subida es constante y con pendiente bastante acusada en tramos largos. No llevo clino, pero creo que habrá pasado del 18%.

Al fondo Sasiburu sobre Alonsotegui
Yegua recién nacida

Poco a poco empezamos a disfrutar de las vistas a medida que ganamos altitud. Alcanzamos la bifurcación que sigue para llegar de nuevo a Alonsotegui por la Fuente Del Oro y giramos a la derecha dirección Zamaia y Ganeko. Aunque nos implica un desnivel extra, coronamos Zamaia para mostrarle a Aitor la grieta minera. Un abismo de unos 40 metros (he leído por ahí que 90...) donde se extrajo mineral de hierro en las primeras décadas del siglo pasado.
Desde Zamaia con Ganeko al fondo

En la cumbre nos deslizamos por los pastos entre yeguas y potrillos recién nacidos para llegar al pie de la pista que, desde Pagasarri, retorna por la ladera E de Zamaia hasta Alonsotegui y de frente nos deja en las faldas de Ganeko. Mucha pendiente, piso resbaladizo por las lluvias, y mucha piedra suelta. Hemos superado los primeros metros hasta una curva cerrada con lajas de arenisca muy descarnada y en escalones. No hay remedio: pie a tierra.  Si ayer nos tocó mountainbarry, hoy Ganeko manda "empujanbike". Llegamos a montar algo más arriba y optamos por una pista herbosa más horizontal que pensamos nos servirá. Error.... Al cabo de un rato nos toca subir a la trocha por la ladera entre matojos. Como el viento ahora está parado, decidimos comer algo y nos sentamos a disfrutar del paisaje. Distinguimos la peña del Mazo en Karrantza, Porracolina sobre Arredondo y al fondo ya en el horizonte Lunada y algunos picos nevados. Una gozada, de verdad.

Retomamos la trepada y enseguida alcanzamos de nuevo la pista. Podemos montar y cruzar el cauce muy crecidito de un par de fuentes que ladera abajo se tornan torrentes y cascadas camino de su confluencia con el Kadagua. Aun toca desmontar otro par de veces pero finalmente logramos cabalgar por la despejada pradera que conduce a la cumbre.
Ultimos metros para Aitor
El viento dificulta el equilibrio



El viento aparece de repente (creemos que nos lo evitaba el propio monte) y nos empuja como hojas de papel. La vista desde la cumbre es espectacular. Lástima que el viento no deja dsifrutar de mucho tiempo aquí arriba.
Desde la cima de Ganeko con el Gran Bilbao de fondo
Panorámica desde la cumbre
Aprovechamos la llegada de un montañero para la foto de rigor juntos y a toda prisa regresamos unos metros por la misma cresta que hemos llegado para pasar a la ladera Sur y deslizarnos cuesta abajo hacia Santa Lucía en Llodio. En una zona de barro me meto en una rodera y pierdo el control de la rueda delantera. Salto con suerte de la bici que se queda espatarrada en el barro y en plan Mariano Haro corro unos metros hasta lograr pararme. Aitor se parte de la risa. Si es que soy un torpe, jaja....

Poco después le advierto que nos hemos pasado una bifurcación y que la pista que llevamos parece bajar hasta un barrio que no identifico. Segundo error, porque nos empuramos entre pinares y brezos durante un rato y acabamos bajando a pie. Yo arrastro la bici como puedo (algunos momentos parece que ella me quiere arrastrar a mí) mientras que Aitor que es un fenómeno del descenso se tira por sitios que no alcanzo a creer que puedan ciclarse ni siquiera viéndolo... Por fin pista de nuevo y en un rato y mucho barro llegamos a Santa Lucía. De aquí bajamos hacia Okendo por un barrio que conozco de mi etapa de vecino llodiano, y relajadamente comenzamos el regreso a Bilbao. Ninguna novedad salvo dos paisanos en bici flaca que nos rebasan como motos en el repecho entre Arbuio y Alonsotegui y a los que cien metros después decidimos dar caza, cosa que hacemos por dos veces disfrutando de cómo flipan cada vez que les damos alcance jaja...

Un jornada intensa de bici y deporte rural (sólo que en vez de buey arrastramos bici) que nos ha deleitado los sentidos para una temporada.