domingo, 30 de octubre de 2011

Y por fin... GORBEA !!!

Va para cuatro años que Imanol y yo planeamos subir al mítico bocinero. Y por unas u otras causas no había podido ser... hasta hoy. 30 de octubre coincidiendo con la entrada en vigor del nuevo horario de invierno. Quedamos en Murgia a las 9,30 que son las 10,30 de la víspera y esperamos una estupenda mañana otoñal aunque la temperatura es de 4 grados a la sombra y al sol tampoco calienta mucho más de 8. Decidimos dejar el coche aquí para ir calentando por carretera hasta Zárate donde comienza la subida por pistas. Acostumbrados a la bici de carretera, la btt se hace pesadísima y hasta el camel a la espalda resulta un tanto molesto. Pero tiramos hacia arriba poco a poco entre pinares. La pista es de arenisca y piedra suelta con una pendiente llevadera, aunque con tramos algo más duros pero el terreno está seco y podemos subir sin echar pie a tierra. Imanol lo había pintado bastante más complicado porque él ha subido con lluvia y -ciertamente- ha de ser muy duro cuando ésto se embarra.


Poco a poco ganamos altura y salimos a zona de bosque autóctono -roble en su mayoría- y aprovechamos para rodar por los senderos de hierba y pisar la incipiente capa de hojarasca . Un lujo de ruta y con la temperatura ya muy agradable que me deja quitar los manguitos. Enseguida avistamos la cruz al fondo aunque ya me ha explicado Imanol que la veremos mucho tiempo hasta lograr alcanzarla.
Al fondo la niebla cubre los alerdedores de Vitoria

Atravesamos algunas zonas de bastante desnivel y piedra suelta lo que hace muy complicado el ascenso sin desmontar. Pero logramos aguantar el tipo y seguir ganando altura. En un momento dejamos a la izquierda un empinado sendero recto para rodear por la derecha una loma. Algunos montañeros lo utilizan pero, aunque más corto resulta muy complicado superarlo, así que lo mejor es evitarlo. Algo más arriba paramos a comer algo para quitar peso y coger fuerzas porque ahora el sendero se empina de verdad y hay una zona muy complicada por las roderas del agua y la piedra caliza que asoma en vetas. La gente nos anima y entre risas y saludos consigo llegar arriba sin descabalgar la montura.

Rodeando la loma por la derecha

Tramo más complicado
Ya en el alto se atraviesa un pequeño hayedo (de nuevo más hojarasca) y alcanzamos una explanada justo bajo la colina donde volvemos a ver cómo se alza, desafiante, la cruz. Agradable sendero entre argomas y matas que nos va dejando casi al pie del sendero. Nuevamente elegimos un rodeo por la vertiente más a nuestra derecha, sobre el barranco desde donde divisamos Urkiola y las crestas del Duranguesado. El sendero que despreciamos - por el que sube la gente - es estrecho y empinado. Además la afluencia de montañeros es enorme: un rosario desparramado que se agolpa una vez arriba en torno a la cruz.
Al fondo ya divisamos la cruz

La crestería del Duranguesado a nuestra espalda
Hay unos 50 metros que debemos hacer a pie porque es tal el desnivel y lo irregular del terreno que por más interés que ponemos nos desmonta en los primeros compases. Una vez superado este tramo se extiende ante nosotros la última campa coronada por la inconfundible figura negra de la cruz. Con algo de esfuerzo al principio y algo más suave en el tramo final logramos el objetivo en 1h 45 m.
Volamos sobre el paisaje

Zigzag para facilitar el avance

Ya casi estamos...

Unas fotos de rigor, algo de comida y agua y se nos ocurre bajar a Murgia en lugar de regresar por nuestros pasos a Zarate. Nos dicen que es muy fácil y no tiene pérdida así que nos tiramos por la vertiente opuesta a la que hemos subido y descubrimos un Gorbea diferente, más salvaje y hermoso. Bosques caducifolios de colorido espectacular, caliza blanca en constraste con el cielo azul... Y unas pendientes que hacen chirrirar los frenos y nos obligan a desmontar en un par de puntos incluso. Una delicia de ruta que nos deja, tras pasar un refugio en el río Baias que atravesamos en dos ocasiones.

Poco después de la segunda el camino ya se hace pista de piedra y nuevamente el público se multiplica. Alcanzamos el Centro de Interpretación del Parque Natural de Gorbeia y en unos pocos kilómetros dejamos atrás Sarria y llegamos a Murgia.

Si la subida han sido 11 km, el descenso completa otros 17. Y si en subir hemos tardado 1h 45m en descender una hora escasa. Eso da una idea del desnivel en que nos hemos jugado el tipo...



Y si el tiempo lo permite, el viernes regresaremos con los compis de trabajo. Suerte chicos!