sábado, 19 de octubre de 2013

Javi se va a los USA


No soy yo sino Valdés quien próximamente irá a trabajar a Miami así que toca hacer una ciclo despedida. Elegimos un paseo circular por el pantano de Ulibarri Gamboa. Todo indica que es un recorrido sencillo y bonito alto para los que llevan tiempo sin usar las dos ruedas. Nos damos cita Imanol, Luismi, Javi V. y yo desde Bilbao. Ignacio y Angel desde Donosti y Mikel que se acerca desde Vitoria. Manolo finalmente desiste por un compromiso de última hora.
Día espectacular con casi 25º viento S y una luz otoñal que potencia los todavía incipientes tonos otoñales. Aparcamos en la explanada del Etxe Zuri donde luego merendaremos.
Omito los despistes y extravíos en la carretera de algunos -y me incluyo-. Sólo diré que comenzamos a rodar con media hora de retraso.
Lo que todos pensábamos iba a ser una "ruta mariquita" (en palabras de Angel) se revela como un paseo ameno pero hermoso con tramos espectaculares y con múltiples posibilidades de diversión e incluso exigencia.
Se dice que es mejor rodear el pantano en sentido anti horario para encarar los únicos repechos con las piernas frescas. Al bueno de Mikel le sirve de poco porque el cuestón a remontar tras atravesar el cauce justo bajo la presa es interminable y muy duro. 

Y éso que es de tierra compactada, no como otro posterior con pedruscos sueltos que apenas llego a subir hasta la mitad.

Dos descensos salvajes con un piso como el descrito nos activan las alertas. Caramba con la ruta mariquita!! El segundo de ellos es terrible. Sólo Imanol lo baja montado. Ignacio toca suelo aunque sin consecuencias hacia la mitad, yo desisto en los primeros metros y bajo a pie igual que el resto salvo Mikel que lo baja con solo una parada intermedia en su bici híbrida de rueda para asfalto!! Bravo por el vitoriano!!
En Nanclares de Gamboa es posible acortar el recorrido en unos 12 km pero este grupo de descerebrados no conoce el verbo acortar. Seguimos por la larga.
Atravesamos pastizales donde rumian rebaños de caballos, contemplamos las orillas pobladas por cientos de aves acuáticas, vemos a una máquina recolectar los maduros girasoles, atravesamos bosques de hoja caduca entre los que destaca el Arce ya rojizo... Un mundo de colores reforzado por la luz del atardecer... Una experiencia casi mágica.

Pasando de la poesía a las matemáticas veo que se nos hará de noche pero Mikel va fundido porque no anda en bici nunca. Y hay que volver a insistir: el spinning no cuenta. Es mejor que nada, sí. Pero poco... Aún así el chaval lo ha dado todo y no ha protestado ni un momento. Procuramos circular cerca de él para que se sienta arropado y darle algún que otro consejo técnico.
Tras dejar una pasarela sobre el agua a nuestra izquierda y seguir ruta por la orilla, tenemos que reparar un pinchazo de Angel en la trasera. Mandamos seguir al resto y nos quedamos Ignacio y yo a ayudarle. Metros después vuelve a quedarse son presión. Otra cámara que le presta Ignacio y localizamos el pincho tamaño XXXL. Uf...

Seguimos a machete para coger al resto pero que se han parado en una bifurcación a menos de un kilómetro. Para la izquierda? Vamos! Me adelanto con Ignacio por un tobogán entre árboles y bajamos a la orilla donde grupos de jóvenes están tumbados al sol de la tarde. Tengo un déja vu pues la estampa me resulta familiar. En la siguiente revuelta una pareja bajo un árbol ( nuevo dejà vu). Pero cuando llego a la pasarela donde hemos arreglado el primer pinchazo flipo! Hemos hecho un bucle!! Y encima estoy solo. Dónde están? Retrocedo hasta los jóvenes y pregunto por ellos: han pasado hacia allí. Vuelta a la pasarela. Nadie.... Luismi me responde al teléfono, están en un mirador pero vienen a la pasarela. Convencido que están en la zona de los chavales me vuelvo nuevamente atrás. No están. Entonces caigo: les han visto pasar... La primera vez!!! Vuelvo por tercera vez ( cuarta en realidad)  a la dichosa pasarela y por fin retomamos la ruta pasando por ella encima del agua. Qué sensación!!! A partir de aquí ya nos apresuramos porque la tarde está muy avanzada y el cielo se tiñe de rojo. El sendero es más estrecho pero no tiene apenas desnivel aunque alterna zonas despejadas junto a la orilla con oscuros bosques de suelo tapizado de hojarasca. Un contraste sorprendente.

Por ultimo me quedo con Luismi y Mikel y el kilómetro final lo resolvemos por la carretera contigua.
Una vez recogidas las bicis y con ropa de calle pasamos al comedor a vaciarle la despensa al amigo Jokin que nos trata con simpatía y disfrutamos de una merienda cena con sobremesa hasta pasadas las 21:30. Durante ella aprovechamos para entregarle a Javi un obsequio para que nos recuerde cuando pedalee por Miami: Un equipaje Specialized genuinamente americano, jeje....


Y para que Imanol no tenga envidia y dado que será padre en breve, le obsequiamos con una tarta de pañales coronada por una fofucha bebé personalizada con el nombre de Jon.
Una ruta para repetir sin duda. Aunque Guipúzcoa también existe como nos dice Ignacio... La siguiente tendrá que ser por allí.
FOTOS DE IGNACIO












7 comentarios:

  1. Una de las salidas más originales y divertidas que he hecho desde luego; esto unido a la compañía hace un día full equipe. Homenaje a Valdes. Bravo por Mikel. Los giputxis grandes como siempre. Retorno de Molleda. Javi gran organizador, felicidades. Lobete

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  3. al final no fue mariquita la ruta.
    yo hasta llegue bastante tocado.
    en las ultimas curvas casi salimos rectos.

    En la cena despues de la paliza estuvo muy bien ahora hasta nos da pena que Javi Valdes se marche, mencion a MiKel G. gran fichaje.

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  4. Muy buena salida y muchas gracias a todos por el detalle de la Super equipación.

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  5. Me reconforta que Angel diga que llegó tocado...Menuda emboscada la cuesta de la presa...Fue una tarde perfecta. Amenazo con volver...Gran organización Javi. Un abrazo.

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