jueves, 29 de diciembre de 2016

Cycling by Amsterdam (again)

A bordo de uno de los ferry para atravesar el Amstel
De nuevo toca pedalear por Amsterdam aunque esta vez con frío y viento fuerte. Estoy saliendo entre una hora y hora y media más que nada por el qué dirán jaja... No apetece casi nada. No me extraña que los ciclistas de estas latitudes acostumbren a fijar su residencia en lugares cálidos. Aquí no hay quien monte en bici. Para colmo me he dejado en Bilbao las gafas graduadas así que me toca ir con las de calle. Menuda pinta llevo!!

Volviendo a Centraal Station

Vista de uno en navegación
El 29 jueves la temperatura baja por debajo de cero. Entre el frío y la niebla que -lejos de levantar- cada vez es más espesa y baja, en poco más de media hora me quedo helado porque no hay forma de romper a sudar con el frío y este perfil tan completamente plano. Tendría que rodar por encima de 35 o 40 km/h con el riesgo en estas zonas relativamente concurridas y con más aire en el careto todavía. Quién pillara un puertito...!! Además y aunque todos los carriles están bien preparados con abundante sal, tampoco me fío demasiado de las cubiertas tan lisas de la 29 de David. De hecho por fuera del núcleo urbano hacia el puerto la helada cubre los campos por completo y los canales más estrechos se han helado. Al regreso por Westerpark veo a las gaviotas y palomas pasear por encima del agua como el mismísmo San Pedro en sus mejores historietasm jeje... Una pasada de espectáculo pero no sé si repetiré mientras no suba un poco la temperatura

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