miércoles, 9 de marzo de 2016

Plato único en la Mazinger (y ya en la BTT)



Tras algunas semanas de escuchar opiniones, analizar datos y probar sobre el terreno, me he decidido a sustituir la transmisión clásica de dos platos por un único plato o "monoplato" en la bicicleta de carretera, familiarmente apodada Mazinger. La idea la he tomado de Iván y Pantani que ya lo llevan hace algunos meses. Y de hecho la prueba la he realizado subiendo Argalario con la bici de Iván que es de mi talla. Tengo que decir que me traje de Extremadura solo las ruedas con pión de 25 lo que me limitaba en las grandes rampas y largos puertos -considerando Argalario como tal- De hecho subimos un martes con la transmisión anterior de 36 x 25 y sufrí bastante por falta de desarrollo. En cambio la prueba días después me dió la completa seguridad de una cadencia cómoda en todo tipo de rampas. Pero vayamos por partes.

A nadie se le oculta que antes o después el desviador de platos es un punto de conflicto. En mi bici ha sido uno de los puntos más críticos de ajustar, algo a lo que seguramente han contribuido las manetas de cambio de cableado interno. Recuerdo una mañana de sábado que rompí el cable de cambio camino de Leioa donde había quedado con los Alayo y tuve que  ir a sustituirlo a Maestre bikes. Por no comentar las veces -pocas pero no por ello menos inoportunas- que la cadena se "cae" en el momento del cambio y te quedas sin motricidad.

Desde el punto de vista técnico, mis anteriores 10 piñones de 12-25 y 2 platos de 50-36 configuran un escenario de 20 velocidades teóricas. Teóricas porque en la práctica los dos extremos cruzados (plato y piñón grandes y plato y piñón pequeños) no se usan, y hay numerosas combinaciones que arrojan el mismo o parecido resultado de avance y esfuerzo físico, por lo que las velocidades reales son menos. Por contra, en el nuevo montaje de 1 plato y 11 piñones existen únicamente 11 velocidades que son utilizables por completo. El siguiente cuadro muestra en naranja las extremas no usadas y en colores las repetidas con bastante aproximación. Esto deja un total de 12 velocidades netas y 3 más duplicadas según se monte uno u otro plato con los correspondientes piñones (por ejemplo, 14-36 es casi exacto a 50-19)


Atendiendo al aspecto mecánico, el sistema no puede ser más simple: Un único plato especial para este tipo de montaje (dientes con grosor e inclinación alternos)  comanda un cambio trasero reforzado para que mantenga la cadena con la tensión necesaria para que no desengrane y de "caja larga" muy parecido a los usados en las BTT. El cassette o conjunto de piñones es realmente uno de BTT. En mi caso y por mis características de edad, fuerza, tipo de esfuerzo habitual, etc he montado un plato Rotor Q-ring de 48 dientes con un cassette de 11 velocidades 11-40 lo que me da 11 velocidades reales. Los desarrollos equivalentes son: en subida 34-28 y en llano más largo que el 50-12. En definitiva y a pesar de los diferentes escalonados de dientes entre coronas, he salido beneficiado en los extremos.

Las manetas son Sram Force (la izquierda es "ciega" accionando únicamente el freno delantero, mientras la derecha comanda además del trasero el cambio de marchas con un sistema diferente al Shimano (éste accionaba el cambio hacia arriba con toda la palanca de maneta de freno y hacia abajo con otra interior). En el de Sram la maneta de freno es fija y para el cambio usa una única palanca que con una pulsación "corta" baja piñones y con pulsación "larga" los sube.

En el asunto del peso, a favor tengo que he eliminado una funda y cable así como el propio desviador y cambiado dos platos por uno solo, pero en contra tengo que el cassette no lo he puesto de titanio, por lo que el peso total me ha aumentado 115 gramos, pasando de los 6,800 k anteriores a los 6,995 actuales. A pesar de todo sigue por debajo de los 7 kilos, Un buen peso sin duda. En definitva un acierto que voy a trasladar a la de monte rápidamente.
Pero la principal ventaja creo que es fisiológica. El cambio de ritmo, de esfuerzo y tensión a que se ven sometidas las piernas al pasar de un rodar en llano con desarrollos largos (plato grande) a otros más cortos (plato pequeño) para afrontar las primeras rampas de un puerto es muy significativo y las piernas lo acusan (a pesar de bajar además del plato algunas coronas). En cambio el hecho de no modificar la tensión de las piernas por el hecho de mantener el plato engranado hace que la transición llano-pendiente sea mucho más llevadera para las piernas y todo el organismo en su conjunto. Al menos esa es la sensación que me queda, y las sensaciones en la bici, cuando más positivas mejor. Por si acaso...
Nota de actualización (31-3-2016): En vista del éxito obtenido he realizado el mismo proceso en la bici de monte de 29". Un plato de 30 y un cassette Sram con piñones 10-42. Está ya probada y estoy igualmente satisfecho con el resultado. No he tomado peso ni antes ni después, aunque aquí sí puedo haber mejorado algo pues el cassette que es el responsable del aumento en la de carretera, aquí es muy similar al sustituído.

1 comentario:

  1. Total mente deacuerdo jabi ,aunque yo solo e probado en la de monte

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