Ola de calor en casi todo el país. Pero la sierra de Gata es un pequeño oasis en el confín extremeño lindando ya con el vecino Portugal. Así que una vez más nos desplazamos en coche hasta Valverde del Fresno y allí guiados por Ignacio y acompañados por José María, nos dirigiremos a Val do Espinho a visitar su fiesta mensual del pollo. Ya estuvimos en setiembre pero la verdad es que no apreciamos mucha diferencia en el paisaje. El verde de la sierra y los montes que la separan de Portugal siempre presentan un verde que nada tiene que ver con el secarral de los llanos de Cáceres y los Cuatro Lugares.
Esta vez se anima David de forma que junto a José formamos el trío calaveras y allá que nos vamos. A las 8 de la mañana ya estamos bajando las bicicletas junto a la casa de Ignacio y en unos minutos ya pedaleamos junto a la fuente de U Petril y los primeros senderos con unos escasos 25 grados que se nos antojan maravillosos (a esta hora en el pueblo rondan ya los 30...)
Los primeros km se gana altura rápidamente por grandes pistas forestales entre pino y eucalipto para alcanzar la curva cerrada del puerto Viejo - que sube a Navasfrías en una de las rutas clásicas en bici de carretera- y en ella tomamos una rápida pista que bordea un enorme valle serpenteando en las laderas de montes que superan los 1.000 metros. La máxima altitud ( 1.033 msnm) la alcanzaremos a los 15 km de ruta en un constante ascenso con alguna que otra rampa interesante. En esa zona estamos en la reserva natural de la sierra Malcata y circulando por la misma frontera señalada con unos mojones de piedra con grabados de las letras "E" y "P " en la cara de cada país. Realmente curioso, no?
Final de la larga subida |
Aunque no está en el mismo itinerario nos desviamos un kilómetro para visitar la torre de vigilancia forestal y el mirador sobre el embalse de Sabugal. El guarda es un hombre bonachón que nos ofrece agua para rellenar los bidones que ya flojean tras la larga subida. También nos cuenta alguna anécdota y aunque parezca mentira nos entendemos a la perfección. Volvemos a la ruta y bajamos por una pista rapidísima hasta la piscina de Quadrazais. Un entorno de lujo, con una piscina natural represando el río Coa con unas pasarelas de madera flotantes, tirolinas, un bar con mesas exteriores para comer, una zona de solarium con arena y... una espléndida chopera con una fuente de agua fresca. Lugar para pasar el día sin calores ni agobios. Las 10:30 hora portuguesa y justo llegaba el dueño del bar para abrirlo. No sé la afluencia de público más tarde pero pinta genial.
La última parte Ignacio nos prepara unas pequeñas trampas que se recorren en la marcha Us Madroñus y que ponen la guinda a un recorrido es-pec-ta-cu-lar que no será la última vez que hagamos.
En Valverde el termómetro ya supera los 40 grados, así que nos damos una ducha rápida en el corral de la casa de Ignacio que nos ofrece un refresco para reponer líquidos y así emprendemos el regreso a casa donde llegamos con más de 40 grados pero viva el aire acondicionado...!!!
Sin duda un día: es-pec-ta-cu-lar, gracias por vuestra compañía y aquí estaremos para la próxima ruta que queráis conquistar!!! Un abrazo compañeros!!!!
ResponderEliminarGracias… José María???
EliminarPor cierto una narración de esa jornada muy bien detallada. 🐝
ResponderEliminarGran dia sin ninguna encerrona🤪
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