martes, 7 de mayo de 2024

Vía Extrema 348. El resultado

 

Paso por Mérida. Foto de la organización

Tras mucho reflexionar, se iba acercando la fecha y no acababa de concretar los aspectos logísticos de viaje y pernoctas. Una vez en Hinojal las cosas ya estaban muy cercanas y había que ir decidiendo las cosas que tenía que resolver ineludiblemente. Con Rubén de Badajoz y Nacho de Segovia tenía más o menos arreglados algunos flecos combinando la colaboración de sus dos respectivos equipos de apoyo. Tere también se ofreció a llevarme a Baños donde yo podría dormir en el polideportivo municipal o en algún alojamiento comercial de los que abundan. Finalmente José y su hijo Victor se ofrecieron a acompañarme y la cosa quedó así: Alquilé una furgoneta Camper en Cáceres (ver el enlace, merece la pena) y José y yo nos fuimos a dormir el viernes a Baños. Por la mañana José me asistiría en los dos primeros avituallamientos y recogería a Victor para que hiciera el resto conduciendo mientras él aprovechaba para meterse la paliza del siglo en btt por la misma ruta que nosotros.

Salida de Hinojal

Durante la tarde del viernes fuimos conociendo a los organizadores Isma y Juanma, así como algunos de los participantes: Joaquín, Nacho, Antoñete, Peter y Maarten, Jorge, Abel, James... Pasamos un rato por el hotel donde se presentaba la prueba y tomamos un café con Quini y su mujer Estrella. Arreglamos el mundo y ya nos concentramos en los preparativos. Las bicicletas quedaron a buen recaudo en el polideportivo con guarda, de modo que por esa parte dormimos tranquilos. Alberto y Bea que bajaban de Béjar a Hervás pasaron a saludarnos un rato y tras su marcha nos pusimos a cenar y luego preparar ropa para poner, la de repuesto, los bidones de hidratación, barritas, geles, mochila con camelbak, etc... Sin d darnos cuenta nos dieron casi las 23:00 y a dormir... hasta las 3:00 que ya abrí los ojos y no hubo manera. A las 4:00 ya había desayunado -más de lo que estoy acostumbrado- y a las 4:45 me acerqué a la salida donde continué saludando y conociendo a más participantes. La salida se dio desde el Ayuntamiento de Baños de Montemayor a las 5:02 que fue la hora de salida de los dos organizadores cuando " inventaron" la ViaExtrema hace cuatro años. Festival de luces traseras fijas, intermitentes, apagadas (la mía se quedó en casa) y focos potentes, muy potentes, regulares... Yo llevé el Moon pequeño pero muy versátil en el manillar, y coloqué a su lado el Rider de José con la batería externa sujeta al cuadro. El Rider mío lo fijé al casco con la batería dentro de la Camelbak. 

Antes de la salida en Baños. 04:55

Como me suele gustar, salí de los primeros y enfilamos la bajada hasta Aldeanueva por la N630 que a esas horas era toda nuestra. Poco a poco empezó a pasarme gente, más gente... Las gravel volaban para abajo y antes del Roma ya iba solo y apenas veía los focos y pilotos rojos en el horizonte. En la rotonda de Aldeanueva dejamos la carretera y tomamos una pista de servicio. Ya iba totalmente solo y creyendo ser el último. Sin embargo en cuanto comenzamos la vía verde a Plasencia vi por detrás algunas luces que me tranquilizaron. Porque la vía estaba en muchos tramos cerrada como la jungla del Serengeti; la vegetación cubría casi el suelo dejando un pequeño sendero visible mientras por arriba se tocaban las de la margen derecha con la izquierda formando un fantasmagórico túnel. Pedalaba con la fé de haber pasado el año anterior por allí y rezando para que no hubiera algún pedrusco o rodera. En varios tramos además se habían formado charcos y resultaba bastante incómodo mantener una velocidad constante.

Vía Verde Aldeanueva-Casas del monte. 05:40. Foto Antoñete

Me alcanzó uno -Humerto, de Portugal, y fui tras él un rato con más seguridad y así salimos a la carretera que cruzamos y retomamos pistas buscando el asentamiento romano de Cáparra. Pero aún teníamos que cruzar campos medio arados con charcos y roderas, con tramos secos y duros (me acordé de las gravel...) con otros encharcados. Y se atraviesan no menos de 6 ríos y arroyos que traían agua y que se salvan por un paso de cubos de piedra separados que debes pasar a pie con cuidado de no resbalar. De noche es poco agradable. Las cancelas son muy frecuentes y Humberto me hacía el favor de abrir y cerrar para minimizar mi pie a tierra que es lo que temía pudiera hacerme resentir el menisco. Llegamos al arco de Cáparra a las 6:40 y pasamos bajo él casi sin verlo con el alba despuntando. A partir de ahí el terreno se hizo algo más amigable, aunque a veces circulábamos por el trazado original de la vía de la plata y se notaban los cantos de la calzada primitiva. 
Paso de río zona Caparra. 06:05. Foto Antoñete

Cáparra. Foto Antoñete

A esas horas el fresco mañanero me obliga a orinar cada poco tiempo. Y en una de las últimas paradas perdí a Humberto. Ya clareaba el día y pude apagar por fin las luces. En el cruce de Ventaquemada me perdí y estuve dando vueltas como un kilómetro y medio hasta que regresé y vi a un grupito que tomaba el camino correcto. Entre btt y gravel iban unos diez o doce. Terreno muy bonito, adehesado con senderos revirados, algún arroyo sin mucha agua y realmente precioso. Fui dejando atrás a algunos que se veía manejaban poco el flow y me junté con otro grupito: Antoñete y sus secuaces de Badajoz. Apenas eran las 8:00 cuando llegamos a Carcaboso que aún dormitaba. Disfrutamos de estampas memorables causadas por el vapor saliendo de los regadíos; parecía que el paisaje estuviera cuajado de embalses, ésa era la sensación visual.  Y a partir de aquí entraba en zona conocida. Poco antes de San Gil paré a inflar la rueda trasera que iba más baja de lo habitual -entendí que por la temperatura- y me dí cuenta que no había metido inflador... pero éso sí: dos cámaras, desmontables, mechas... sin comentarios.

Perdí al grupo de Antoñete y sus silbidos pero conocía el terreno y me administré bien hasta llegar a José que estaba junto al primer avituallamiento en los alrededores de Riolobos. Hinché la rueda, quité el arnés reflectante y mantuve chaleco, buff y perneras. Aún no eran las 9:00 y hacia fresco. Comí y bebí algo y proseguí hacia Cañaveral por terreno conocido; es de agradecer porque seguía solo y así fue hasta poco antes de Grimaldo donde alcancé a unos pocos y les fui guiando en los obstáculos. A esa hora ya nos cruzábamos peregrinos que suben a Santiago. Por la dehesa de Grimaldo adelanté a uno en gravel que se había caído y le dolía el hombro y se iba a bajar en Cañaveral. Fui otro rato con otro de gravel pero se quedó justo en el club del puerto de los Castaños ( jajaja...)

En la ermita de San Cristóbal estaba el segundo avituallamiento y también José. Quité perneras, rellené bidones de hidratos y sales y él marchó a por Victor y su bicicleta mientras yo retomaba el recorrido nuevamente con Antoñete y su grupo que me hicieron alguna foto que muestro y agradezco. Fui ilustrándoles detalles de la zona pero para arriba me llevaban tenso y tenía que regularme mucho. Para abajo en cambio iba muy bien y nos manteníamos juntos.

Rodando hacia el Tajo. Foto Antoñete

Ya en el comienzo de la zona de piedras cerca de la última cancela junto a lo que fue la obra del Ave se quedaron por un pinchazo y seguí otra vez solo por el tramo más cañero (donde volví a sonreír pensando en las gravel...) hasta las inmediaciones del cruce de Hinojal donde se me unió José. Eran las 11:04 y llevaba ya 104 km. El camino natural del Tajo que se encara tras cruzar el Almonte y abandonar la N630 se me hizo duro (que lo es) y tuve que conformarme con ver a un José fresco y pletórico que disfrutaba llevándome arrastras, jajaja... Las cancelas de Berrueto me las sirvió en bandeja y llegamos a Casar de Cáceres por la interminable pista botona y molesta (nuevo recuerdo a las gravel...). La subida al avituallamiento de la Sierrilla en Cáceres (km 132) se me hizo muy dura con sus rampas de más del 10% y piedra suelta. Pero la conocía y me regulé para no echar pie a tierra. 

Final de la Sierrilla. Foto Víctor

Interminable Sierrilla. foto Víctor

Nuevo relleno de líquidos y comida -me permití sentarme en una silla a la sombra charlando con los voluntarios de la organización (por cierto de 10+ pero ya abundaré después). Victor me facilitó una batería externa para recargar el iPhone que se había quedado seco y me rellenó los bidones. Atravesamos Cáceres por el carril bici saliendo a campo abierto por detrás del recinto ferial y avanzando por pistas rápidas por un entorno todavía conocido - por carretera al menos- pasando Valdesalor, Aldea del Cano y Casas de don Antonio. Por estos parajes alcanzamos a una pareja en btt y gravel con los que llegamos hasta Jorge Rolo y otro colega, ambos  en gravel y fuimos charlando mientras pasaban los km y nos acercábamos a Alcuéscar donde ya nos quedamos solos de nuevo, unos por delante y alguno por atrás. A estas alturas, con 10 horas transcurridas y 173 km encima, la cosa era mantenerse a flote, sin alarde alguno. Hablando de gravel, en Valdeasalor estaba el amigo James de origen galés con el manillar partido !! Gracias a los acoples pensaba llegar por carretera con mucho cuidado al menos al siguiente avituallamiento (donde coincidí con él de nuevo). Ya en las afueras de Alcuéscar alcanzamos a Antonio Calderón gerente de Ankay bikes en Monesterio y nos contó que el pasado año no pudo acabar por una caída y fractura de hombro y este año quería quitarse la espinita. Iba con gravel y por lo poco que le vi en terrenos delicados, creo que no fue una buena elección ( aunque logró terminar poco antes de las 2:30).

El terreno una vez superado el alto del cruce de las Herrerías baja con rapidez hasta Aljucén por pistas muy favorables y aire que comenzaba a subir de intensidad pero siempre lateral. Bonitas dehesas y buena marcha nos dieron un respiro. Hasta el embalse de Proserpina llegamos por una carretera vieja y descarnada que se nos hizo algo larga por no conocer muy bien la zona. El calor ya era más que notable (por encima de 36 grados) aunque mientras íbamos en marcha no molestó en absoluto. Una vez allí decidí renovar todo el equipamiento, camiseta, maillot corto, culotte y calcetines, abandonando la camelbak que ya era un poco incordio. Comer, firmar en el registro de ruta (en Cáceres se me olvidó) y José quedó con Víctor con 100 km encima que para él ha sido todo un récord en esa bicicleta btt. Se hizo notar su ausencia porque ya no volví a coincidir con nadie.

Paso por Mérida. Foto organización
Atravesé Mérida por las riberas del Guadiana y sus bellos parques, crucé el puente romano y salí de nuevo a pistas y carriles con aire ya molesto del oeste. Aire que no cesaría en adelante y que marcó mucho el desarrollo de mis últimos 40 km, pasando por un tramo de carretera asfaltada hasta Torremejía donde me dió agua el mecánico de Ankay a quién agradezco su atención. Desde aquí se suceden unas interminables llanuras entre viñedos donde el aire sopla a su antojo y nada puedes hacer para resguardarte. En este tramo  todos sufrimos bastante, incluido Jaime Moreno que fue primero en meta y que confesó haberlo pasado mal  a pesar de ser su tierra.

Llanos de tierra de Barros. Foto organización

Aunque sin síntomas de agotamiento alarmantes, ya iba físicamente tocado: las manos apenas encontraban postura, la espalda empezaba a cargarse (y menos mal que ya no llevaba mochila), los abductores empezaban a molestar también y el vasto interno de la pierna derecha me dio varios avisos leves. Bebida y comida no me faltaron, de forma que todo ello apuntaba ya a un desgaste físico notorio. Por otra parte sabía que mi hora de llegada estimada inicialmente -las 22:00- se iba a retrasar al menos hasta las 01:30 según el GPS y también era consciente de no llevar suficiente batería para los focos (ya el de José mostraba batería baja antes de apagarlo a la mañana). Con todo ello en la mente tenía claro que no iba a llegar. Poco después de las 19:40 entré en un pueblo y me encontré de nuevo con el mecánico de Ankay, que me volvió a ofrecer agua y me informó que estaba en Villafranca de los Barros, y que al avituallamiento de Zafra donde estaba la camper quedaban otros 20 km largos. No necesité más para decidir bajarme y dar por concluida la aventura. Avisé a José para que regresara hacia mi posición y volviéramos a casa directamente. Así lo hicimos después de avisar a la organización de mi abandono. Me expresaron su agradecimiento por el esfuerzo y mostraron su preocupación por el elevado número de abandonos - 17 de los 49 que partimos de Baños-  Algo que no esperaban y no sabían a qué achacar.

Llegando a Villafranca de los Barros. Foto organización

Finalmente recorrí 257,5 km a falta de 80 para el final. Próximamente quiero hacer un video para el canal gracias a las tfotos y videos que me van enviando los participantes. Agradezco especialmente a los organizadores y todo el equipo de preparación y asistencia, voluntarios, asistentes y familiares de participantes su dedicación, amabilidad y trato atento y cariñoso a lo largo de todo el desarrollo de la prueba. Y mientras llega el video aquí queda mi crónica y los datos más relevantes de mi actividad

distancia: 257,44 km

desnivel acumulado: 2.439 m+ 

tiempo total: 14 h 55 m

tiempo de pedaleo: 13 h 32 m

velocidad media en movimiento: 19 km / hora

rango de temperaturas: 7 - 38ºc

potencia media / máxima: 172 / 574 w

cadencia media pedaleo: 80 / minuto

pedaladas totales: 52. 286

calorías totales quemadas: 8. 183 kc


lunes, 4 de marzo de 2024

Proyecto 2024: Via Extrema 348



No me preguntéis por qué, pero cuando Luis Bambino de Le Boutique Bike de Cáceres me habló de esta aventura anual (de la que son patrocinadores) algo se encendió en mi subconsciente. Y poco a poco empezó a resonar el "por qué no?" Y así fui madurando la decisión hasta llegar a inscribirme en la edición de este año. En  SU WEB podéis ver todo el detalle de la misma, pero en esencia se trata de recorrer toda Extremadura de norte a sur través de la Vía de la Plata. Cada año cambian el sentido, de norte a sur y viceversa, y este año toca "bajar"desde Baños de Montemayor en el límite norte de Cáceres con Salamanca, hasta Monesterio en el sur de Badajoz lindando con Sevilla. En concreto el punto final se ha establecido en el Castillo el Real de la Jara

La Vía de la Plata es uno de las antiguas vías de comunicación -calzadas- de la época romana; en concreto ésta discurre muy cerca del pueblo y con frecuencia hacemos parte de su recorrido, bien hacia el norte por Cañaveral o al sur hacia Casar o Cáceres. Igualmente es muy frecuentada todo el año por los peregrinos a Santiago pues se trata del eje sur hasta la localidad leonesa de Astorga donde conecta con el camino francés.

El -por así llamarlo- aliciente de la aventura para mí es doble: Por una parte la distancia de 348 km sería la más larga que he realizado hasta la fecha. Y por otra tenemos que el recorrido discurre íntegramente por la Vía de la Plata (mínimos tramos por asfalto) lo que impide hacerla sobre una bicicleta de carretera  , lo que la hace exclusiva para btt o gravel. Además hay dos fórmulas para realizarla: una llamada 365 en la que eliges cuándo hacerla en solitario o con amigos y otra -la elegida por mí y otros 49 participantes- es la denominada 348 en la que se forma un grupo de 50 para recorrerla un día concreto con apoyo organizativo y avituallamiento en varios puntos del recorrido. En ambas modalidades la dificultad añadida es el límite de tiempo: 24 horas.


En lo personal tengo a favor que ya en 2023 he recorrido 322 km en carretera junto a los amigos de Fucky y Le Boutique Bike en su reto Toledo-Cáceres; también varias ediciones de los Diez mil del Soplao con 167 km y más de 4.000 metros de ascensión acumulada... Digamos que un cierto bagaje que me aporta una importante  dosis de confianza en mis posibilidades de éxito. A pesar de ello hay que tener en cuenta la preparación, la táctica  y estrategia en factores como la alimentación, el descanso previo, la programación correcta de paradas (más allá de los puntos de avituallamiento establecidos), el ritmo adecuado... Todo ello de cara a optimizar el esfuerzo y reducir en lo posible el tiempo sobre la bicicleta, lo que será un importante ahorro de energía, esfuerzo y el consiguiente desgaste por cansancio.

Como preparación este año ya he realizado varias salidas de carretera de más de 100 km, una de 160 y una de 214 km. En btt no pretendo hacer grandes tiradas; tengo claro que el fondo se adquiere en carretera con menor desgaste; lo que sí estoy haciendo es intercalar sesiones de btt con más frecuencia que el año pasado. Por ello llevo ya 14 jornadas de rueda gorda vs. 20 en carretera.

La salida de la prueba tendrá lugar el sábado 4 de mayo a las 5:00 am. El reto consiste en llegar al Real de la Jara antes de las 05:00 del domingo. Ante nosotros se abre un mundo de dudas, temores, planificación, entrenamiento físico y mental... Los organizadores han creado un grupo de whatsapp donde comentamos aspectos relativos a todo ello. Lo más discutido ha sido la mejor opción técnica de bicicletas, neumáticos, presiones, ritmo... El nivel de los 50 participantes es muy diverso

- jóvenes en época competitiva participando en carreras y marchas de alto nivel

- gente de mediana edad con experiencia variable en pruebas de ultra ciclismo en sus diferentes modalidades

- los más veteranos (soy el de más edad)  con un curriculum más o menos relevante en cuanto a distancia, participación en ediciones anteriores y locuras diversas.

- por último algunos - los menos- que están algo lejos de ese palmarés personal pero tienen muchas ganas, ilusión, juventud,  potencial...

En el apartado de bicicleta más idóneo hemos disertado ampliamente sobre los pros y contras de gravel, btt rígida y btt doble. Hay quien puede elegir porque dispone de más de una de ellas, y otros sencillamente iremos con la que tenemos... Pero es muy instructivo compartir nuestras experiencias: así por ejemplo, todos entendemos la ventaja de una gravel sobre una btt doble -y algo menor sobre una rígida- en cuanto a velocidad en:

- tramos fáciles de pista y camino compacto, (por supuesto en asfalto pero serán mínimas distancias)

- subidas que estén muy rotas ni sean excesivamente técnicas

- su comodidad y ergonomía: manillares con varias posturas para relajar musculatura, manos, muñecas...

Pero no dejamos de lado que hay tramos de mucha piedra, cantos y muy roto donde la carencia de amortiguación castigará mucho más el cuerpo, siendo entonces la escala de eficiencia en función de la comodidad y velocidad de crucero la siguiente:

- btt doble suspensión (delantera y trasera), especialmente si dispone de bloqueo de ambas

- btt rígida (solo delantera) normalmente con bloqueo

- gravel (habitualmente rígidas por completo aunque últimamente aparecen bieletas y sistemas que aportan           una cierta flexibilidad y absorben algo las vibraciones.


la Scott RC Comp Blue que llevaré

Dado que no dispondremos del track oficial hasta el mes de abril, solo podemos fiarnos de las opiniones de los conocedores de ediciones pasadas aunque ya se nos ha avisado que se suprimirá todo lo posible el asfalto maximizando la propia vía de la plata o en su defecto caminos o pistas alternativos.

Además de la montura, los neumáticos también han hecho correr docenas de mensajes. Coincidimos en que unos demasiado gruesos penalizarán el avance en terrenos rápidos sin que sean necesarios prácticamente en todo el recorrido. De modo que estamos de acuerdo en que hay que elegir bien el ancho delantero y trasero, los dibujos o taqueado de cada una y, por supuesto, la presión a utilizar, aunque a diferencia de una prueba de competición en que un error puede llevarte al suelo y perder todas las opciones, si nosotros no acertamos de salida siempre  podemos parar a inflar o desinflar donde nos parezca necesario. En mi caso, actualmente llevo neumáticos de 2,4 pulgadas en ambas ruedas, taqueado delante y rodador más liso detrás; para la ocasión seguramente monte 2" delante y 1,9" detrás pero lo afinaré en las últimas semanas. En cuanto a las presiones de inflado soy más de llevarlas  más bajas que altas, de modo que seguiré en mi línea con algunos ajustes de última hora según el estado del terreno. En esa época se prevé seco y duro pero no sería el primer mes de mayo en que me mojo por estas tierras.

Lo que me tiene bastante entretenido mentalmente es la logística de traslado. Estoy situado a 1/3 de la salida y 2/3 de la llegada. La organización llevará los efectos personales de un punto a otro. Entonces tengo que decidir si duermo en casa y voy la misma madrugada (dormiré poco ciertamente), o acepto la oferta de la organización de dormir en el polideportivo de Baños habilitado al efecto. Eso requiere saco y colchoneta con un mayor tiempo de descanso pero evidentemente menor calidad. Opcionalmente podría dormir en algún establecimiento próximo. Cualquiera decisión que adopte, no resolverá qué hacer con el vehículo que lleve a Baños (salvo que me lleve alguien, propio o alguno de los participantes que viajan desde el sur.  Si se queda en Baños habré de ir a por él en días posteriores. Otro asunto a resolver es el regreso desde la llegada hasta el pueblo. Hasta Cáceres regresará algún participante, con lo que solo necesitaría traslado de la capital al pueblo. Puede que logre el apoyo de un conductor amigo para que me lleve y acompañe a lo largo del trayecto de un punto de control a otro. Claro que esta logística depende en gran medida de la hora de finalización. Una primera estimación podría ser llegar a meta a partir de las 22:00 del sábado. 

Asunto iluminación: en esa época del año la noche caerá sobre esas 22:00 horas; quizá no requiera volver a usar los focos, que sí serán imprescindibles unas dos horas por la mañana. Ahí entra en juego también su autonomía para soportar ambos usos si fuera necesario. Puedo conseguir alguna batería de repuesto para el foco grande, y algún powerbank para recargar el de manillar. 

Hablando de autonomía y baterías de apoyo, he de hacer lo propio con el gps garmin el móvil. El primero lo he tenido en uso más de 12 horas pero no puedo saber si aguantaría hasta casi 20 . Y el móvil consumirá batería adicionalmente al ir conectado con el Garmin para enviar el livetrack que permite el seguimiento en tiempo real, las fotos de testimonio de paso que se nos piden... Así que tocará acarrear baterías (powerbanks)

Tocante a la alimentación e hidratación más allá de los puntos previstos en el recorrido, habrá que ser muy escrupuloso porque la gasolina es fun-da-men-tal para completar el recorrido con el cuerpo en condiciones. Habré de disponer el camelbagg en la mochila y llevar una reserva de comida de rápida energía y asimilación por si surge un imprevisto. 

También hay que llevar las herramientas y repuestos necesarios para solventar posibles problemas en una ruta de este estilo y duración. Líquido antipinchazos recién cambiado, neumáticos de la nueva medida nuevos como he comentado; cámaras de repuesto, etc. Dejando hueco para la ropa que habrá que quitarse cuando el día vaya despuntando y la temperatura pase de primaveral a... lo que nos toque, y que quizá haya que volver a ponerse cuando decline el día o se haga de noche por imprevistos, mal cálculo, falta de fuerzas...

En fin, seguro que luego no será para tanto, pero no quiero dejar al azar nada que pueda comprometer el buen término de esta aventura-reto 2024.

A ver en qué queda todo...