lunes, 17 de mayo de 2021

Pico Villuercas con los Bikers de Arroyo

 


Los amigos del bikers Arroyo de la Luz tenían preparado su reto para llegar al pico Villuercas. Coincide que este año tengo en mente éso mismo pero circular con 300 Km de recorrido. Lo cierto es que he llegado a tiempo de enrolarme con ellos, gracias a no sé muy bien qué casualidad que dejó una plaza libre en los vehículos de retorno desde Guadalupe. Pero vamos por partes...


La cita para ellos era el domingo 16 de mayo a las 7:30 de la mañana. Como desde el pueblo nos comportaba un gran madrugón, Teo y yo optamos por dejar el coche en Cáceres dejando a cargo de las dos Cristina (que vendrían más tarde en coche) de recogernos las mochilas con ropa para cambiarnos tras acabar el recorrido. A las 8:15 comenzamos a retroceder por la ronda norte hasta encontrarlos con casi 24 Km ya en sus piernas. Total fuimos 8, Juanjo, Carlos, Miguel, Alberto, José y Francis. Como apoyo permanente y fotógrafo “cooficial” venía José con su moto; un lujo deseable para cualquier aventura de este porte.

Por el carril bici paralelo a la N521 hubo un leve susto al salir la cadena de y casi caer aunque no llegó a ello. Poco después Francis pincha rueda trasera y lo solucionamos enseguida ( normal con la cantidad de mirones que había jaja...)

Llegamos a Trujillo al filo de las 10 de la mañana y allí ya está esperando el dúo Cristina así que se toma café generalizado, salvo algún raro ( jo, es que a esa hora no me apetecía nada...)

Foto en la figura del peregrino a Guadalupe y proseguimos a Logrosán. Durante un rato pastoreo el grupo de forma ordenada y compacta, pero alguno se pone nervioso y empieza a adelantarse ( ay Miguel Miguel....) la verdad es que el aire sigue siendo favorable y se rueda con una comodidad poco habitual por estos llanos tan expuestos. 

Atravesamos Zorita sin novedad y justo bajo Logrosán Francis vuelve a pinchar la “oveja negra” en la misma rueda. Aunque vuelvo a pasar bien los dedos por el interior de la cubierta sin localizar nada extraño, en una nueva inspección Teo localiza un minúsculo pincho o viruta metálica que Francis logra extraer con la ayuda de las uñas. Alguien propuso llamar a las chicas que estaban en las afueras del pueblo por si tenían una pinza pero finalmente no fue necesario.


Dado que el cartucho de CO2 empezado en el carril bici ya no estaba entero, la cubierta no taloneaba perfectamente y hacía un salto muy

molesto así que al salir de Logrosán paramos en la gasolinera y con el compresor y un adaptador de Miguel logramos dejarla en condiciones y arrancamos. Pero claro... Juanjo y Teo que ya venían algo justos pararon a la sombra a pesar de mí consejo de ir ganado terreno poco a poco. Y al ir a arrancar “se acordaron” que tenían que rellenar el bidón de agua. A qué son majos??....

La llegada a Cañamero es un repecho de más de 1 km y con pendiente algo más que modesta ( molesta podríamos decir...) y ahí Juanjo empezó a pensar que quizá no intentaría subir el pico. Teo en cambio ya no tuvo ninguna duda... otro día mejor!!

Nueva parada en Cañamero para unos pinchos de tortilla. Ahí el raro nuevamente ( jo, os juro que no me apetecía parar más ...) prefirió subirse al Puertollano y volver al encuentro, que se produjo casi abajo del descenso a la salida de Cañamero. A Teo y Juanjo que venían más atrás ya no les vería hasta llegar a Guadalupe para comer. Comenzando la subida a Puertollano Carlos puso “música” ( llamémosla así porque la difunde Spotify) Yerma tan mal tan mala tan mala, que Alberto y yo nos adelantamos y le dejamos a él con Miguel y Francis para que se la comieran con patatas... poco después le pedí agua a José que hacía de aguador motorizado y le di mi bidón vacío; en la cima me lo devolvió relleno y ambas maniobras las ejecutamos con la elegancia y precisión de los profesionales que vemos en la Tv. 


Cuentan las malas lenguas que alguno que también necesitaba agua le tiró el bidón al suelo para que se lo rellenase y ahí véis a José equipado con casco y chamarra motera corriendo tras el bidoncillo… Un santo varón oigan…

Rápido descenso a Guadalupe con la mosca en la oreja porque de los cuatro que vamos por delante ninguno sabemos por dónde se sube, ni cómo es la misma. Porque, a pesar de tracks, de gráficos y altimetrías, no hay nada que te prepare para una subida de casi 16 km con una pendiente promedio de casi un 6,5% y que salva un desnivel de 1.089 m llegando casi a 1.600 msnm. Y mucho menos cuando llegas a pie de puerto con 140 km en las piernas…

Los 4 primeros km son por la carretera a Navalmoral, amplia y de asfalto impecable pero con algunas rampas iniciales más que respetables. Llegamos así al Humilladero donde abandonamos la nacional y comenzamos la carretera estrecha aunque bien afirmada y con señalización tipo Tour. Un cartel indica el km en el que te encuentras, así como el desnivel promedio y máximo del siguiente. Reconozco que debe ser muy útil, pero ya la vista (con las gafas empañadas de sudor y sin graduación) me dejaba ver el número de km y… gracias

Comenzamos a subir Miguel (que llevaba una corona de 25 nada más) Carlos con su “música”, Francis y Alberto. Por detrás sabíamos ya que Teo y Juanjo no lo intentarían y José entendíamos que seguramente tampoco. Enseguida cedieron Francis y Alberto mientras Miguel aguantó el más que generoso ritmo que puse un poco a ciegas. Ya en los primeros dos km de la zona militar -bastante tendidos realmente- me dio alcance y rodamos juntos como uno dos km hasta que le dije que siguiera solo que yo iba ya tocado. En realidad no era consciente de que iba casi “hundido”. Empecé a notarme flojo y a echar de menos alimento. El pulso iba contenido entre la zona 4 y apenas entrando en 5 pero las piernas no encontraban fuerza y empecé a pensar en dejarlo y bajar al pueblo. La tentación era muy grande pero también sabía que de hacerlo me arrepentiría de haber estado tan cerca. En la rampa larga a falta de 5 paré y casi me doy la vuelta. Pero unos segundos de aliento me hacen proseguir el ascenso. A falta de 6 en el cruce de Navezuelas volví a parar y me puse el chaleco decidido “ de verdad” a regresar. En ese momento me adelantó Alberto y le dije que me volvía. Sin embargo… Seguí un poco más… 2 km… 1 km… Y de repente el cartel… No me lo podía creer. Mis compañeros y José con la moto estaban 300 metros más adelante en la explanada de la propia cumbre, pero a mí me bastó con la foto. Y tuve un momento de media conmoción al poner pie a tierra. Supongo que al borde de un desfallecimiento por falta de alimento, bajada de azúcar… En fin, cómo iría que debí cruzarme con Carlos que subía a punto de coronar y debí decirle algo pero no lo recuerdo…

Bueno, los otros tres con José disfrutaron de las vistas 360º de un día con muy buena visibilidad aunque con viento más que moderado y temperatura de menos de 13 grados. Bajada con cuidado porque la bici coge velocidad casi sin darte cuenta y los frenos de disco se echan en falta.

En el pueblo estaban ya esperando nuestra llegada para comer. Aproveché un par de barritas que me dio José y en cuanto pudimos sentarnos cayeron unas alubias y un plato de secreto que me pusieron en mi sitio, jeje…

La comida fue muy entretenida comentando las anécdotas del día. Allí supe que, efectivamente ni José, Teo ni Juanjo habían intentado siquiera, y que Francis en el km 5 dijo que ya volvería otro día…






Pero a pesar del sufrimiento personal de cada uno, o la decepción de algunos, la esperanza de repetir de otros, y todo tipo de sensaciones que nos pasan por la cabeza a cada cual, la jornada ha sido memorable y sirvan estas líneas para recuerdo y aliciente para repetir ésta o cualquier otra ruta similar. Nuestro reconocimiento y felicitación a los organizadores por todo el trabajo que han llevado a cabo durante estas semanas; a las dos Cristinas por recogernos la ropa y llevarla hasta allí, a Alberto, Mercedes, Concha y la pequeña Irene por llevarme de regreso y aguantar mi charla incesante, a José por el portabicis y su preparación, a su hijo y la novia por el “taxi” que completó el aforo… Y por supuesto a José Salcedo por el apoyo con la moto, por las fotos y el video (que no había hecho nunca, jaja…) por darnos agua y apoyarnos en todo momento en la ruta. Me acordé de Fernando que no pudo venir por un malestar y que espero se haya repuesto y nos acompañe la siguiente.

Y si me he dejado algo o a alguien por favor, dejadlo en los comentarios y lo retoco las veces que haga falta.

Hasta la próxima chavales!!! Sois enormes!!!


2 comentarios:

  1. Ha sido un placer Javi, lo has explicado a la perfección, hasta la próxima ruta. Soy José

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  2. Ha sido un buen dia de ciclismo puro.
    La próxima intentaré ir con vosotros.
    Soy Salcedo.

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