Tras los excesos de la Nochebuena, David y yo hemos subido a Arraitz para despejar un poco el cuerpo y prepararlo para la comida navideña que será del pelo de la cena de anoche. Mi cuñada es así de buena anfitriona; o revientas o revientas.
Día ventoso pero mucho menos que los anteriores. El predominio del Sur eleva la temperatura hasta unos estupendos 14 grados con un cielo parcialmente nuboso y de gran luminosidad, lo que unido a la límpida atmósfera nos permite disfrutar de una vista de Blbao espectacular.
De camino vemos las obras del entorno de San Mamés y saludamos a mi amigo Manu que anda por la zona. Subimos por Bentaberri poco a poco hasta Kobeta donde algunos niños ya ruedan con sus flamantes bicis regalo de Olentzero. Seguimos por la nueva carretera asfaltada hasta las inmediaciones de la sidrería y nos acercamos al buzón de la cima donde el aire es "más que moderado" y sacamos alguna foto del paisaje que se extiende a nuestros pies.
Y para abajo por la pista "el angliru" que conozco. Tras 3 curvas de un 24% de pendiente nos deposita mansamente cerca del Peñascal y Rekalde.
Hora y diez para los 17 km paradas inclusive. Misión cumplida. Hemos quitado la carbonilla y estamos prestos para la nueva jamada de Navidad.
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