Hoy libra Aitor y nos queremos desquitar de las fallidas tentativas de rodar hasta Añes y ver la cascada de Peñaladros. Hay viento sur moderado pero temperatura agradable. Salimos de Bilbao a las 10:00 aunque antes de salir de casa debo cambiar de ruedas porque la delantera está pinchada.
Como hay alguna racha molesta en Castrejana decidimos ir a Alonsotegi por la margen derecha lejos del tráfico. En La Quadra nos cruzamos con una grupeta donde Aitor identifica a Josu Pena. Bajando hacia Sodupe me encuentro 20 euros en la mitad del asfalto. Ya tenemos para el piscolabis...
Aitor disfruta con el panorama porque realmente la zona es tranquila y la mañana muy agradable permite contemplar los campos y la naturaleza que se adentra en el otoño poco a poco. En Retes vemos una manada de vacas pastando y poco después una de burros, sorprendente y tranquilizador ante el peligro de extinción en que se halla la especie. ( bueno, en la ciudad hay muchos pero de dos patas...)
En Erbi comemos un par de peras que cuelgan del árbol sobre la carretera. Esto es un lujo. Empezamos a subida final a Añes que se pega sin parecer la pendiente que realmente tiene. Llegamos pero no paramos hasta la cascada donde hacemos unas fotos. Aitor logra ver un mirlo acuático pescando larvas bajo las piedras en el riachuelo al pie de la cascada. Poco frecuente habitante de humedales y acuíferos con colorida cabeza blanca y roja.
Al regreso Aitor localiza un grifo en la "plaza" y llenamos los bidones porque el calor sin sol aprieta.
La bajada es rapidísima, rozamos los 70 km/h pero sin arriesgar nada porque es muy estrecha y aunque apenas hay tráfico no hay que fiarse.
En Menagarai me enseña un atajo hacia Okendo ya pasado Zuhatza entre caseríos muy coquetos. Nos evitamos toda la general y el cruce de Etxaurre.
Llegamos a Sodupe deprisa porque la carretera pica hacia abajo y el aire es favorable. Paramos a tomar un pincho y una coca cola porque rabas no encontramos. Sale un resolete que nos alegra la parada mientras contemplamos los montes que rodean el pueblo que a esta hora de mediodía respira una calma y sosiego muy agradables.
Proseguimos por el bidegorri hasta Arbuio donde nos cruzamos con Jon Pena. Pleno de los hermanos jaja... Y sin más novedad llegamos a Bilbao con una jornada de auténtico cicloturismo.
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