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Con Pedro Maestre bajo la meta |
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Jueves 12 todo a punto para darnos nuestra particular etapa y culminar viendo la llegada en Peña Cabarga. Vienen desde Donosti Ignacio, Angel y Jose, un argentino-guipuzcoano que proviene del MTB y lleva cuatro meses en carretera. A mí me acompaña Oskar González del Alayo-Telefónica. Como es tradición desde 2011 toca equipamiento Movistar para los que lo tenemos.
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Hoznayo. Listos para arrancar |
Arrancamos de Hoznayo en torno a las 10:30 para Beranga. Antes de llegar, en la bajada desde Hoz de Anero suena un ruido sospechoso y Oskar sospecha que algo va mal. Paramos en cuanto vemos un sitio seguro y entonces ve que se le ha caído el sensor de cadencia. Volvemos hacia arriba y lo veo en la carretera sin problema. Se ha roto el soporte pero el equipo está intacto. Proseguimos a Solórzano y afrontamos la primera subida a Fuente Las Varas que no completamos porque nos desviamos hacia el Valle de Aras. La subida tiene poca pendiente pero en frío algunos preferimos no despertar aún a la bestia y vigilamos el pulso aunque perdamos algo de tiempo. El descenso es divertido hacia San Mamés y Bádames.
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Bádames |
Enseguida giramos hacia Llueva y subimos a Fuente Las Varas por la vertiente más dura y larga. A pesar de mi recomendación de prudencia (sobre todo a Jose a quien veo con poca experiencia en ruta) él mismo e Ignacio -Angel se mantiene comedido y Oskar no se mete en estas batallas- se empeñan en subir rápido y con frecuentes cambios de ritmo. Como sé que queda mucha jornada prefiero mantener un ritmo que me permita no superar el umbral anaeróbico. Todavía la distancia que me sacan es escasa. Pero poco a poco veo que se van y ya no queda otra que abrir gas. Se acabó la paz. Angel me sorprende porque se queda pronto mientras Jose no deja de retorcerse y a tirones se mantiene e incluso ataca. Ignacio más "regular en sus tirones" sigue marcando el ritmo y me cuesta seguirle porque aún quiero mantener un poco el tipo. Finalmente nos marchamos los dos y llegamos al alto juntos pero tocaditos.
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Fuente Las Varas |
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Fuente Las Varas |
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Fuente Las Varas |
El descenso a Matienzo es muy rápido y virado pero con buen piso. Una vez rebasado el pueblo comenzamos a subir Cruz de Usaña juntos (por fin) y a ritmo amistoso. Angel incluso cuenta algún chiste.
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Cruz de Usaña |
Bajamos a Riva y giramos a derecha para Arredondo. Optamos por comer en el pueblo y elegimos un bar retirado de la carretera y sentados en el jardín damos cuenta de bocadillos y croquetas todo recién hecho. Bebida y relleno de bidones y con un sol espléndido aunque temperatura moderada empezamos la subida a Alisas. Los primeros compases logro que nos mantengamos juntos y ordenados. La digestión pugna por adormilar nuestras piernas que poco a poco se van despertando. Y a la mitad de subida empiezan los guipuchis a acelerar como pollos sin cabeza... Ignacio se distancia poco a poco y Oskar prefiere subir a su ritmo (que es lo que yo quería también...). Tras alcanzar a Angel y Jose les animo a que vayamos poco a poco a por el Maki sin tirones. Parece que me hacen caso, y cuando vamos a rebasarle les hago una seña para que aprieten y sorprenderle. En el intento no sé qué ocurre pero ambos se quedan y tras unos metros noto que Ignacio se aproxima. Avanzamos juntos otro rato pero le voy tensando y le dejo que me rebase un poco para darle la puntilla justo en el falso llano antes de la cima. Al final cada uno se divierte como puede, no?
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Alisas |
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Alisas |
El descenso de Alisas es impresionante con vistas a la parte W de Matienzo -de donde venimos- y con varias curvas sobre un barranco de bastante profundidad. Angel se lanza y nos saca un trecho hermoso, mientras los demás nos limitamos a bajar disfrutando sin riesgo.
En La Cavada apenas contemplamos el arco de la Real Fábrica de Cañones y enfilamos a Solares donde empezamos a notar el ambientillo "tipo Tour" como dice Ignacio. Subimos hacia Peña Cabarga por el embalse de Heras a través de una carretera estrecha pero que ya registra mucho tráfico de peatones y bicis, así como de coches en las cunetas.
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Primera rampas Peña Cabarga |
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Aún se puede subir bien |
Conectamos con la subida principal en el km 1 y los guiputxis ya nos llevan ventaja, pero es que aquí no hay quien pedalee. Bastante hay con no chocar con todo el personal que sube ocupando toda la calzada sin orden ni concierto. De vez en cuando sube algún coche de policía, organización, staff... Los primeros kilómetros son empinados pero nada extraordinario. Llegamos al descansito tras el cual comienza el infierno. Oskar se queda un poco más atrás y ya subimos como podemos. Me harto de oir "Aúpa Valverde" y en alguna ocasión contesto entre dientes "Va-Verde, sí..." Los últimos 500 metros me siento morir. No me bajo de la bici por vergüenza pero por ganas no es. De pie y sin cadencia apenas, el desnivel no permite casi mantener el equilibrio. Pero por fin llego a la explanada de meta y... dos policías empiezan a cerrar con cinta la carretera y me mandan para abajo. Retrocedo hasta la señal de "200 m meta" y me subo por el talud a la campa. Poco después llega Oskar y nos acomodamos en la hierba. Los otros están arriba pero atrapados porque no les dejan salir, jaja... Nosotros tenemos justo encima todo el tinglado de meta y la pantalla gigante así que vemos la carrera casi como en casa. Me decido a investigar un poco y subo por la campa hasta la zona de meta y me cuelo entre bambalinas hasta un bar... para la gente de staff... Me sirven dos cocacolas por el morro y me bajo a darle una a Oskar. Qué nivel, jaja....!!!
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Al fondo la bahía de Santander |
La llegada de los corredores es épica aunque los "aplaudidores" de plástico hinchables ahogan los gritos y los aplausos... Vaya invento del diablo... En fin.
Una vez llegados todos los corredores empieza el desalojo. No es fácil porque solo las motos de la PGC paradas en fila ocupan toda la recta bajo la meta. Los corredores sortean vehículos y gente como pueden y descienden a sus coches que da miedo verles. El resto de los mortales tenemos que esperar a que nos dejen movernos. Cuando éso sucede empezamos a bajar con un pie fuera porque la velocidad es mínima entre gente, vehículos y otras bicicletas y las paradas muy frecuentes. Llegando al descansito me llama Oskar al móvil para decirme ¡ que se le ha fundido la llanta de carbono!! Así que me toca llegar al coche y subir a por él. Menos mal que para entonces la bajada estaba muy despejada. Menuda rabia. Parece que la llanta ha fallado por la junta y con el calor de la frenada se ha reblandecido y deshecho. Veremos cómo lo resuelve.
Los tres guipuzcoanos regresan a casa mientras yo vuelvo a por Oskar.
En medio de todo, la jornada ha sido épica. Más de 105 km con 5 puertos y 2.768 m de ascensión. A repetir en cuanto podamos!!
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Perfil |
Grande crónica y grande jornada en Peña Cabarga y anteriores subidas, un día de disfrute total en carretera. Cpt América.
ResponderEliminarMucho para mi.Me canso solo de verlo.Lo he hecho varias veces pero de escapada en moto🤪.Fantástico.👍👍👍👏👏👏
ResponderEliminarQue bonitos recuerdos, abrazo, nos veremos pronto por allí
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