Fotos: Ignacio y Javi
Navegador: Angel
Ruta y errores consiguientes: Ignacio
Perfil de la salida
Elgoibar-Elgeta
Elgeta-Elgoibar
Nos reunimos en el peaje de Elgoibar a las 11,00 a.m. Objetivo: Ver la llegada del pelotón a la subida de Arrate donde llegará sobre las 17 horas más o menos. Un día de cicloturismo, calma, charleta y comida intermedia. O éso nos anuncia Angel que el otro día en Jaizkibel se quedó con ganas de charlar un poco.
El recorrido previsto por Ignacio y guiado por Angel pasará por Azkoitia, Bergara, Elgeta, Eibar, Ermua, Markina, Arrate (Ixue), Eibar y Elgoibar. Distancia estimada: 8o km. Podría esperar al final a decir que han salido casi los 10o redondos... ( en mis dos gráficas suman algo más de 95 pero lo he tenido unos km sin funcionar tras la comida hasta que lo he reseteado) Pero mejor lo voy contando. Primer error y se han producido varios. Además de este recorrido por pupulares poblaciones de Guipuzkoa y Bizkaia, nos deleitaremos las piernas con los altos de Azkarate, Elosua (ó Gorla por la vertiente de Bergara), Elgeta por Angiozar, Trabakua por Mallabia e Ixue donde tenemos previsto ver el paso por los 3 últimos km.
La temperatura en la salida es agradable, sobre 24 grados, y aunque ha llegado a los 30 en alguna zona muy expuesta nada que ver con la jornada de ayer (afortunadamente para los ciclistas y para nosotros). Además ha soplado casi todo el día un vientecillo variable (lo justo para que nos dé siempre de frente el muy simpático...).
En Elgoibar Angel que conoce el camino se cuela el semáforo de giro a izquierda. Ignacio que dice comenzó su andadura en la empresa tirando de escalera en estos lares, tampoco anda muy atento así que me toca a mi redirigir el rumbo... Azkarate lo subimos frescos y a un ritmillo suave lo que nos ha hecho presagiar una jornada tranquila y de cicloturismo del bueno. Su descenso tras el empalme con la nueva carretera ha sido vertiginoso superando los 70 km/h entre la porfía de aprovechar la postura aerodinámica o pedalear como un poseso. Honroso empate más o menos. Hemos pasado por el centro de Azkoitia, hermoso y pintoresco pueblo donde hemos solicitado la colaboración de un lugareño entrado en años para que nos retrate a los tres juntos. Nos ha contado la historia de la fuente de los toneles (a nuestra espalda en la foto) donde no quieren beber los vecinos, pues el agua viene de Azpeitia... Cosas de los guipuzcoanos...
Azkoitia
Hemos aprovechado a rellenar bidones porque ya comienza a apretar Lorenzo. Comenzamos la ascensión a Elosua y las fuerzas comienzan a flaquearme. No es un puerto de un perfil exigente aunque sus más de 6 km con el calor y el ritmillo que ponen estos dos galopines me asfixian por momentos. Dónde ha quedado el espíritu cicloturista? Dónde la charla amistosa? Cerca del alto decido quedarme a mi ritmo y ellos aflojan un poco con lo que coronamos juntos y fotografiamos el cartelito.
Alto de Elosua
La bajada por Gorla hasta Bergara es rapidísima y con varias curvas de paella. La velocidad ha sido inferior, en parte porque hemos bajado respirando tras el esfuerzo en la subida, y también porque las constantes curvas nos hacen parar y arrancar constantemente. Apenas superamos los 57 km/h. Entramos en el pueblo y nueva búsqueda de fuente. Atravesamos la plaza de la Uned y junto a la central Telefónica donde trabajara en el año 88. La subida a Elgeta por Angiozar no la conozco. Siempre he usado la directa a Bergara, más rápida y quizá -no lo he sabido hasta hoy- menos dura que ésta. El calor ya es importante y el ritmo ha dejado de ser amistoso para tomar tintes pestosos. Hasta el pueblo de Angiozar aguanto relativamente cómodo pasando a ratos a la cabeza pero ya el último medio km exploto y tengo que aflojar. Me retraso un poco pero realmente el alto está muy cerca así que apenas me esperan un minuto. Angel de hecho retrocede unos metros a mi encuentro. La última parte es un falso llano y después bajada directa al pueblo de Elgeta. Aquí preguntamos por un bar decente y al sol para comer. Encontramos uno con buenas vistas en la trasera de la plaza y nos homenajeamos con cocacolas, cerveza con gaseosa, agua, ensalada, bocata de tortilla y pollo con patatas. Hemos pedido sol pero con una sombrilla porque ya el sol es insoportable. Preferimos no entrar dentro para no enfriarnos. Ignacio le ha llamado a Imanol para meter un poco de envidia pero el hombre estaba atareado y no ha podido atenderle. Rellenamos los bidones en el bar (Alguno ha pedido hasta hielo y todo) y definitivamente hemos elegido el bar perfecto... Todo lo bueno se acaba, y llega el temido momento de levantarse de la silla y montarse en el sillín. Uffff!!! qué dolor de patassssss...!!! Para colmo, la bajada de Karabietas está casi dos kilómetros más arriba. Estos guipuzcoanos... Con el estómago lleno, el parón y la sofoquina de las 3 de la tarde la cosa pinta muy fea... Para colmo empezamos a pensar que igual no nos da tiempo a llegar a Ixue. Así que me fotografían en el cartel del alto casi sin parar y nos tiramos para abajo con bastante gente ya en las cunetas aparcando y apostándose en la sombra a la espera del paso de la caravana ciclista que subirá desde Eibar en unos minutos.
Alto de Karabietas
De hecho, tras el meteórico descenso, llegamos a Eibar y un fallo de cruces (ésta vez mío) nos lleva a una de las encrucijadas centrales donde nos advierten que están a punto de llegar y tenemos que tomar por la acera hasta la calle de sentido Bilbao (Eibar tiene dos grandes arterias: Una dirección Donostia y otra para Bilbao separadas por una o dos manzanas de ancho). En vista de la cercanía del pelotón optamos por esperar unos minutos. Minutos que son más de diez cuando aparecen los 3 escapados. Y como los perseguidores no parecen llegar nunca decidimos reemprender la marcha porque las piernas nuevamente se han quedado secas del todo. Huy... qué dolor al empezar de nuevo... Con alegría miramos para arriba al llegar al cruce que asciende a Arrate: menos mal que no tenemos que sibir por ahí... Menudo calvario de subida es. Yo corrí en aficionados la subida que se celebraba antaño y en otra ocasión en línea. Para olvidar, juro!
Así que tiramos para la vecina Ermua dondeya están empezando a preparar el corte de carretera por la que vamos a subir pues llegan desde Bérriz para Markina como nosotros. Así que ya sin remedio, ascendemos a Trabakua. Tampoco es un alto duro ni elevado pero ya no necesitamos nada de ésto porque ya vamos maduritos. Coronamos juntos aunque paso algunos momentos en que retiraría el saludo a estos dos "descerebraos". El descenso a Markina es reparador. Calzada ancha y en perfecto estado y con un desnivel respetable. Así la velocidad vuelve a superar los 70 km/h hasta llegar a los llanos de Iruzubieta. Ahí apretamos un poco pero el viento sigue haciendo daño de frente, de modo que entramos en Markina algo más calmados. Tomamos dirección Elgoibar hasta llegar al cruce que asciende a Ixue. Nueva parada porque estos caballeros necesitan dulce y rellenamos también los bidones.
Pero - otro error del Maki- la carrera que creemos nos viene siguiendo los pasos no sigue nuestra ruta y sigue hasta Elgoibar sino que hacen una primera pasada por Ixue y... ¡¡¡nos vienen de cara!!! Nos arriesgamos a subir poco a poco los primeros compases del alto que, según Ignacio (en otra fantástica anchoa) no es complicado. Apenas kilómetro y medio más arriba tenemos que apearnos y buscar un lugar seguro. Hay que ver cómo bajan las motos de enlace, la poli, las ambulancias, los coches de la organización... Es como un rallye, se pegan a la izquierda en las curvas y ante el riesgo de que nos lleven por delante nos refugiamos en una explanada en una zona recta donde somos bastante visibles. A los pocos minutos pasan los mismos 3 fugados que hemos visto a su paso por Eibar. El grupo pasa con unos 3 minutos de desventaja y tras él nueva caravana de vehículos de equipo entre los que se parapetan corredores descolgados. Pero detrás siguen pasando corredores, coches... y cuando parece que ya han pasado todos llegan más en un rosario de sufrimiento incluso cuesta abajo. Deporte duro y perra forma de ganarse la vida. Pero podía ser peor: podía llover (como en la película"el jovencito Frankenstein"). Cuando vemos pasar el coche con la marca verde de final de carrera salimos a la calzada y... a poco nos lleva por delante uno de los furgones escoba. ¿¿Estamos locos o qué??
En fin. Retomamos la subida y ahora lo que nos adelantan son vehículos que suben al alto a ver la llegada. Motos, coches, y menos despacio van de todo... El alto se complica y a lo lejos en un lugar que podría ser el mismísmo firmamento vemos brillar los coches aparcados en la cuneta cerca del alto. Ignaciooooo... Con que era fácil eh??? Angel se ríe porque él ya lo recordaba pero no ha querido decir nada para no desmoralizarnos. Uf qué paliza de subida. Según el rutómetro deben ser unos 4 km pero sí que son durillos. A falta de unos dos decido bajar el pistón y estos dos siguen a su bola pero prometen "reagrupation" en el alto. A paso burra y con falta de aire y pulsaciones por las nubes (sin pulsómetro) aun adelanto a 8 o diez que van todavía más despacio que yo. En fin, calculo que me han podido sacar arriba más de 3 minutos o quizá 4. Pero la maquinaria no me da más ya y prefiero no griparla...
Por fin localizamos una campa elevada en una curva a unos 2,5 km de meta. Angel quería llegar más cerca pero la carretera aun pica para arriba, las cunetas están a reventar, y si nos metemos en el último km habrá vallas y tendremos problemas para colocarnos. Sin contar además el follonazo que pillaremos para bajar. Más cuanto más cerca de meta. Así que aprovechamos para quitarnos ropa, casco, guantes... Y éstos ven las imágenes por alguna tv portátil que tiene la gente alrededor. Aparece con una ligera ventaja Xabi Tondo pero según sabemos por los medios, en meta es superado por Samuel Sánchez que se lleva el triunfo.
El grupo perseguidor donde Samuel marcha agazapado esperando su momento
El rosario de corredores es interminable. El grupo más numeroso no creo que contase con 20 unidades. Es lamentable verles sufrir, sobre todo cuando sabes de buena tinta de qué va esta historia...
Cuando el grueso de la carrera ha pasado, o éso creemos, el público asalta la carretera y comienza un lento peregrinar hacia Eibar. Coches, bicicletas, motos, gente a pie... Aún nos paran varias veces porque siguen subiendo coches y corredores. Poco a poco la bajada se aclara y aunque sin adelantar y tras los coches llegamos a Eibar. Aquí pongo marcheta que aun tengo algo de fuerza y les hago estirar un poco el cuello a los dos que me dan algún relevo hasta entrar en las calles de Elgoibar donde decidimos relajar las piernas en los dos últimos km antes de los coches. Los últimos 4,5 km los hemos hecho a media de 39,4 y desde luego llanos no son porque la entrada del pueblo pica para arriba ligeramente y el vientillo sigue siendo nuestro inseparable "amigo". Llegamos al coche, estratégicamente aparcado junto a un bareto de carretera y, como suele ser ritual, cervecita, "oración, despedida y cierre". Cada uno para su casa con el gusto en la boca de una nueva jornada épica sobre la bicicleta.