O quizá podría titularse " Me engañó Petxoman"... Bueno, engañado o no, conseguí pasarlo bien. Una salida de fondo en carretera con paso por tres provincias, subiendo varios puertos y gozando de temperaturas entre los 2 y 15 grados, con escarcha, sol, niebla... Emocionante, verdad?
A las 9,00 en Basurto. Cita con Oscar (Petxo) y Harkaitz que ha cambiado su máquina modelo aerodinámico verde y blanco por una más clásica. Yo pongo a prueba la Mazinger tras dos salidas cortas de amolde y ajuste. Frío y vientillo a estas horas pero el buen pronóstico se deja entrever en el cielo despejado por completo. Camino de las Encartaciones la bruma nos envuelve y en Güeñes tengo que retirar las gafas porque no me dejan ver a diez pasos. Comenzamos a subir La Herbosa y desaparece la bruma para dar paso a los campos escarchados en la umbría. En el descenso nos juntamos con Rafi y Bingen tal como estaba previsto según me informa la "organización". Poco después se nos juntan dos chicos más que conocen a Bingen y el grupito se anima mientras ambos sentidos de circulación se pueblan de ciclistas. Subimos El Peso mientras el ritmo sube un poco pero seguimos cómodos. Yo estoy un poco receloso porque desde agosto no he superado los 100 km ni conozco Los Tornos aunque lo he bajado dos veces en coche y sé de qué palo va la broma...
En Villaverde los dos añadidos giran para Guriezo y nosotros cinco encaramos La Escrita un poco más rapiditos. En un momento paso a la cabeza para frenar un poco a Rafi y Harkaitz que se están pasando... No les hace mucha gracia el parón y recuperan el ritmo. Bueno, como todo se acaba, tras un rato de estirar cuello coronamos; el descenso sobre el majestuoso valle de Karrantza es muy reconfortante y sosegado. En Ambasaguas camino de Ramales aprovechamos para comer un poco aprovechando el llano. Sin más novedades salimos de Ramales y comienzan los "Tornillos" para ir calentando las piernas. En Lanestosa comienza ya el falso llano y poco después el puerto de los Tornos (920 msnm y 12 km) de 2ª categoría aunque bien podría ser un 1ª . Como era de esperar enseguida Oscar y yo cedemos al ritmo de estos "descerebraos" y nos lo hacemos por nuestra cuenta. Alternamos la cabeza con tramos en paralelo (yo casi prefiero) y subimos rapidito pero sin ahogos. Aún así en la parte final paso apuros en dos ocasiones y tengo que concentrarme mucho para no dejarle marchar. La vista del mirador del alto me devuelve las fuerzas; nos están esperando éstos. Ropa, guantes y para abajo (es un decir porque hemos accedido a la meseta y se trata de un falso llano). A nuestra izquierda nevado, Zalama, cima de la Galarleiz.
De repente la niebla. Niebla de verdad, de la que no te deja ver más allá de 20 metros. Cruce de San Pelayo y poco después paramos en un bar junto a la estación de Bercedo donde una estufa y un café con espuma nos devuelven a la vida por unos minutos. Pocos en realidad para no quedarnos fríos. Tal como predicen mis colegas, en cuanto comenzamos el descenso de El Cabrio, la niebla desaparece y el sol vuelve a marcar el ritmo del día y de nuestra ruta. Casi alcanzamos los 80 km/h y los pedales ya no me sirven de nada. Llevo 50 x 40 y echo de menos el 53 así que agacho la espalda y levanto la cabeza hasta que el cuello parece romperse. Divertido aunque no lo parezca.
Llegamos en un suspiro a Balmaseda y optamos por acompañar a Bingen y Rafi, que vuelven para Karrantza y Sopuerta respectivamente, por el alto de El Castillo. Gasto mi último cartucho para seguir junto a los tres de cabeza mientras Oscar opta por conservar fuerzas. Y en el empalme con la Herbosa nos separamos. El resto del camino lo hacemos a paso relativamente cansino si he de ser sincero. Según descubrí, me quedaba algún cartucho más que no pude emplear porque Oscar y Harkaitz entablaron una animada charla que no admitía ataques...
Una jornada muy divertida dentro de lo cansado que acabé: 160 km en 6 horas escasas y con 5 puertos de diferente dificultad y bien acompañado. Repetiremos, seguro.
A las 9,00 en Basurto. Cita con Oscar (Petxo) y Harkaitz que ha cambiado su máquina modelo aerodinámico verde y blanco por una más clásica. Yo pongo a prueba la Mazinger tras dos salidas cortas de amolde y ajuste. Frío y vientillo a estas horas pero el buen pronóstico se deja entrever en el cielo despejado por completo. Camino de las Encartaciones la bruma nos envuelve y en Güeñes tengo que retirar las gafas porque no me dejan ver a diez pasos. Comenzamos a subir La Herbosa y desaparece la bruma para dar paso a los campos escarchados en la umbría. En el descenso nos juntamos con Rafi y Bingen tal como estaba previsto según me informa la "organización". Poco después se nos juntan dos chicos más que conocen a Bingen y el grupito se anima mientras ambos sentidos de circulación se pueblan de ciclistas. Subimos El Peso mientras el ritmo sube un poco pero seguimos cómodos. Yo estoy un poco receloso porque desde agosto no he superado los 100 km ni conozco Los Tornos aunque lo he bajado dos veces en coche y sé de qué palo va la broma...
En Villaverde los dos añadidos giran para Guriezo y nosotros cinco encaramos La Escrita un poco más rapiditos. En un momento paso a la cabeza para frenar un poco a Rafi y Harkaitz que se están pasando... No les hace mucha gracia el parón y recuperan el ritmo. Bueno, como todo se acaba, tras un rato de estirar cuello coronamos; el descenso sobre el majestuoso valle de Karrantza es muy reconfortante y sosegado. En Ambasaguas camino de Ramales aprovechamos para comer un poco aprovechando el llano. Sin más novedades salimos de Ramales y comienzan los "Tornillos" para ir calentando las piernas. En Lanestosa comienza ya el falso llano y poco después el puerto de los Tornos (920 msnm y 12 km) de 2ª categoría aunque bien podría ser un 1ª . Como era de esperar enseguida Oscar y yo cedemos al ritmo de estos "descerebraos" y nos lo hacemos por nuestra cuenta. Alternamos la cabeza con tramos en paralelo (yo casi prefiero) y subimos rapidito pero sin ahogos. Aún así en la parte final paso apuros en dos ocasiones y tengo que concentrarme mucho para no dejarle marchar. La vista del mirador del alto me devuelve las fuerzas; nos están esperando éstos. Ropa, guantes y para abajo (es un decir porque hemos accedido a la meseta y se trata de un falso llano). A nuestra izquierda nevado, Zalama, cima de la Galarleiz.
De repente la niebla. Niebla de verdad, de la que no te deja ver más allá de 20 metros. Cruce de San Pelayo y poco después paramos en un bar junto a la estación de Bercedo donde una estufa y un café con espuma nos devuelven a la vida por unos minutos. Pocos en realidad para no quedarnos fríos. Tal como predicen mis colegas, en cuanto comenzamos el descenso de El Cabrio, la niebla desaparece y el sol vuelve a marcar el ritmo del día y de nuestra ruta. Casi alcanzamos los 80 km/h y los pedales ya no me sirven de nada. Llevo 50 x 40 y echo de menos el 53 así que agacho la espalda y levanto la cabeza hasta que el cuello parece romperse. Divertido aunque no lo parezca.
Llegamos en un suspiro a Balmaseda y optamos por acompañar a Bingen y Rafi, que vuelven para Karrantza y Sopuerta respectivamente, por el alto de El Castillo. Gasto mi último cartucho para seguir junto a los tres de cabeza mientras Oscar opta por conservar fuerzas. Y en el empalme con la Herbosa nos separamos. El resto del camino lo hacemos a paso relativamente cansino si he de ser sincero. Según descubrí, me quedaba algún cartucho más que no pude emplear porque Oscar y Harkaitz entablaron una animada charla que no admitía ataques...
Una jornada muy divertida dentro de lo cansado que acabé: 160 km en 6 horas escasas y con 5 puertos de diferente dificultad y bien acompañado. Repetiremos, seguro.
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