Desde que a primeros de 2016 montase el monoplato,en la anterior S-Works que luego trasladaría a la actual en febrero 2017, he funcionado con un plato de 50 dientes alternando dos parejas de ruedas con cassette de 42-11 y 32-11 respectivamente, que usaba dependiendo del perfil del terreno y el desnivel a superar. Lo cierto es que el tiempo no pasa en vano y, últimamente, ya venía notando una clara necesidad de modificar el desarrollo en subidas de cierta pendiente porque - usando el término popular- me "atufaba" y mantener una cadencia de pedaleo adecuada me requería un esfuerzo importante. En la BH del pueblo llevo un plato 44 con cassette 36-10 y aunque voy algo atrancado en subidas muy pendientes, no es problema pues allí son las menos. Y para ocasiones podría montar un plato 42 que tengo reservado.
Por otra parte, las ruedas de aluminio Roval ya tienen más de 10 años y las pistas de frenado empiezan a mostrar signos de desgaste, sobre todo en las de 42-10 que son las que más uso en los últimos años. Con motivo del cambio de frenos sram por unos dura-ace conocí a Iker, un chico que monta ruedas "a la carta" a un precio muy asequible y decidí comprar una pareja y dar el salto al carbono.
Se trata de unas llantas de fondo "opaco" que no llevan orificio para las cabecillas de radios con lo que su consistencia y robustez son mucho mayores. La pista de frenado lleva un recubrimiento de basalto para favorecer la refrigeración y proteger el material. Lógicamente las zapatas son específicas así que también las he cambiado. Los bujes son los DT Swiss 350 que pasan por ser de lo mejor en material de gama media-alta. Radios planos con inserción "straightpull" lo que las deja en báscula en 1.400 gramos aproximadamente.
Incialmente valoré pasar a 12 velocidades pero el gran problema es que los fabricantes no hacen manetas de 12 para frenos mecánicos, solo para hidráulicos. Da igual si el cambio es mecánico o electrónico: No es viable. En realidad localicé un grupo de componentes para ello de marca china pero me han desaconsejado su uso por continuos desajustes. Vamos, que me he mantenido en las 11 velocidades pero, dado que he restado 6 dientes al plato para subir mejor, tendría que compensar el piñón pequeño bajándole de 11 a 10 dientes. Y éso solo lo hace sram. Manos a la obra y búsqueda y captura del núcleo apropiado, que no fue fácil localizarlo pero Julen Zubero lo consiguió junto a un cassette sram GX porque irme al XX1 se subía muchísimo de precio por bajar 100 gramos de peso.
De modo que el montaje final ha quedado con un plato 44 y un desarrollo de 42-10 y el peso en báscula respecto a los 7, 090 kg anteriores se ha quedado en 7,020 kg que, si bien no es una mejora apreciable, or lo menos no ha aumentado como esperaba.
Ahí van algunas fotos del resultado final. Solo he salido un día pero creo que he acertado en el montaje.
